Por: Giovanna Pérez
Pobreza, rezago educativo, dificultades para acceder a los servicios de salud, alimentación y vivienda (espacios y servicios), son algunos de los problemas que enfrentan los más de 16 millones de indígenas mexicanos, cifra que equivale al 12% de la población nacional.
Pobreza y Alimentación
La pobreza entre los indígenas es más grave que entre la población en general. De acuerdo a lo indicado por el CONEVAL, la población indígena en esta situación durante el 2012 fue de 72.3%, lo que equivale a 8.2 millones de ciudadanos, dando como resultado que casi tres de cada cuatro indígenas eran pobres. Dicha cifra contrasta con la de población no indígena, para la cual la pobreza fue de 42.6%.
Las cifras anteriores evidencian que los índices de pobreza que enfrentan los indígenas son cuatro veces mayores a los que presenta la población no indígena. Esta pobreza, entre otras cosas, está vinculada al hecho de hablar o no el español a parte de su lengua nativa, ya que los indígenas que hablan en alguna de estas lenguas tienen mayor tendencia a vivir en zonas rurales, dedicarse a actividades manuales y ser más pobres, mientras que aquellos que se identifican a sí mismos como indígenas, pero hablan español, suelen vivir en contextos urbanos, trabajar en el comercio o servicios y sufrir menos pobreza.
En relación con la pobreza, los indígenas también enfrentan más carencias en el acceso a la alimentación que la población en general. A nivel nacional, esta carencia afecta al 22.1% de los habitantes, mientras que para los indígenas el porcentaje asciende a 34.4% (3.9 millones de personas).
Vivienda, Educación y Salud
En el caso del acceso a la vivienda, 3.9 millones de indígenas (34.3%) enfrentan problemas para obtener estos espacios, mientras que el porcentaje de la población nacional es de 11.3%, es decir, poco más del triple de la población indígena en relación a la no indígena carece de una vivienda digna. Y los pocos que cuentan con un espacio para vivir se enfrentan a una carencia más, el acceso a servicios básicos como el agua, drenaje, electricidad y combustible, siendo ésta la que presenta mayor diferencia entre ambas poblaciones, pues afecta casi al 60% de los indígenas, mientras que a la no indígena sólo en un 17.1%.
En cuanto al rezago educativo, éste perjudica al 34.1% de los indígenas (3.9 millones), por el contrario, entre la población general aqueja al 17.6%, es decir, uno de cada tres indígenas no tiene acceso a la educación. Los motivos pueden ser sociales, económicos y de accesibilidad al tener que recorrer grandes distancias a pie bajo climas extremos o en transporte con alto costo monetario para las familias, así como las condiciones de las instalaciones.
La carencia en el acceso a los servicios de salud es el único rubro en el que son similares las situaciones de la población en general y de los indígenas. Para ambos sectores el porcentaje supera el 20%. Este aspecto ha adquirido relevancia a raíz de los casos de mujeres indígenas que han tenido que parir en patios o baños de hospitales por no recibir atención inmediata.
Es así como en México, reconocido por ser uno de los países con mayor diversidad cultural y multilingüe, la población indígena sobrevive en condiciones míseras, al presentar los indicadores más agudos en desigualdad económica y marginación, aunado a los índices más desfavorables de desarrollo humano. Esta población se encuentra rezagada en sus derechos más elementales para sobrevivir, por lo que lamentablemente en México ser una persona indígena es sinónimo de pobreza y desigualdad social.