Pescado Rabioso y sus 50 años del antídoto a Artaud
“¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores
opuestos de la muerte: el verde para la resurrección y el
amarillo para la descomposición y la decadencia?”.
-Antonin Artaud.
El concepto del arte es relativo y debatible; para muchos es el medio para expresar sentimientos, pensamientos e ideales a través de objetos o actividades en concreto, para otros no hay arte sin belleza. Éste tiene un destino casi decorativo, y para muchos es sólo un instinto donde radica la diferencia entre arte y artificio. A lo largo de la historia, su motivación –si es que existe alguna– también ha cambiado: ha llegado a momentos de inalcanzable y burguesa estética, otros de profunda espiritualidad, y otros más, en sus inicios, que plasmaban una necesidad mágica, ritual y religiosa.
Antonin Artaud, poeta, actor y dramaturgo francés, harto del realismo, el elitismo, la banalidad, y la complacencia que abundaba en el arte teatral de inicios del siglo XX, dedicó gran parte de su vida a romper los cánones establecidos y volver a los inicios: para él, el arte debía provocar, intimidar y violentar; provocar una reacción nada cómoda en el público de manera ritualista y recuperar su función sagrada. Debía crear una respuesta revolucionaria y directa ante la putrefacción de la sociedad.
Así ideó el “teatro de la crueldad”, un conjunto de teorías en donde el público debe ser impactado con imágenes, símbolos, luces y sonido, dejando al diálogo en segundo plano. Esto se presta tanto a varias interpretaciones de la obra misma como a una introspección sádica de la mera existencia, un acto que pareciera irreal. Artaud era más surrealista que los surrealistas de su tiempo.
A lo largo de su vida sucumbió muchas veces ante la locura, y después de muchos textos, manifiestos, obras y legado que lo llevarían a ser considerado el padre del teatro moderno, cedió ante la muerte en 1948. Este legado inspiró y marcó a uno de los mejores músicos que ha dado Latinoamérica: el argentino Luis Alberto “El Flaco” Spinetta.
CONTEXTO
En 1973, después de terminar la relación musical con la legendaria banda Almendra, un disco solista y de llevar ya dos años y dos álbumes con Pescado Rabioso, Spinetta se sentía, al igual que Artaud, harto. Harto de la banalidad, del “rockstarismo”, de las drogas, de la nula espiritualidad y de la poca profundidad de las relaciones humanas.
Él tenía una idea muy establecida acerca del futuro de su música, quería llegar a un punto de sublime lírica y complejidad. Esta idea no era compartida por los miembros de Pescado Rabioso (Juan Carlos “Black” Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón), quienes buscaban un sonido más cercano al R&B, y decidieron que lo mejor sería separarse.
El Flaco aún tenía que cumplir con su parte del contrato con la disquera Microfón, con quienes había acordado tres discos, así que decidió quedarse con el nombre de Pescado Rabioso. Él defendía la idea de que la banda y sus canciones eran suyos, mientras que sus compañeros habían fungido meramente como músicos.
El cúmulo de las situaciones por las que él estaba atravesando y la búsqueda introspectiva por la tranquilidad, derivaron en la creación del que es considerado el mejor álbum de rock argentino: Artaud. Una dedicación directa al poeta francés, pero no a manera de coincidencia de pensamiento, sino a manera de remedio.
“Pero antes que nada quiero aclarar que yo le dediqué ese disco a Artaud pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta –insignificante tal vez– al sufrimiento que te acarrea leer sus obras. La idea del álbum era exponer la posibilidad de un antídoto contra lo que opinó Artaud.”
-Luis Alberto Spinetta
CREACIÓN
Ante la resistencia por el caos del mundo, Spinetta decidió que lo más sensato era regresar a casa de sus padres y refugiarse en los suyos. Se mantuvo inmerso en la lectura de dos libros especialmente: “Heliogábalo o el anarquista coronado” y “Van Gogh: el suicidado por la sociedad”, ambos de Antonin Artaud.
Como una especie de ceremonia íntima, compuso todas las canciones él solo, al menos de manera musical, ya que para la parte lírica de algunas de ellas recurrió a la persona más cercana, Patricia Salazar, su pareja, con quien hizo un ejercicio de soltar palabras sin relación entre ellas: sólo palabras bellas que conjugaran con la música. Esto se puede percibir en canciones como “Todas las Hojas son del Viento”, pero principalmente en la canción “Por”... sin buscarlo crearon una serie de imágenes surrealistas que crean una narrativa hermosamente poética.
Hombre, rayo, felpa, sed.
Extremidad, insolación, parecer.
Clavo, coito, Dios, temor, mujer… por.
“Por” - Pescado Rabioso
Sin sus compañeros originales de Pescado Rabioso, Spinetta recurrió a músicos en los que él confiaba plenamente para la grabación del álbum: por una parte su hermano, Gustavo Spinetta en la batería, y dos de sus antiguos compañeros de Almendra: Rodolfo García y Emilio del Guercio.
Todos ellos en conjunto brindaron una sonoridad especial al álbum sin caer en ningún género en específico, aunque este sea considerado “rock”. Canciones como “Cantata de Puentes Amarillos” o “Cementerio Club” son claros ejemplos de esto.
Lanzado en Octubre de 1973 y conformado por 9 tracks, con una duración de 36 minutos, el álbum pasea entre la lírica y acústica del folk, el dinamismo del jazz, la tradición del blues, la ensoñación de la psicodelia y el estruendo del progresivo. El rock, para Spinetta, era más un estado de conciencia.
PORTADA Y DISEÑO.
Para esa época, un álbum con tales características no tenía cabida en las tiendas de discos… literalmente. Artaud no cabía en los estantes de las tiendas debido a su particular forma.
El diseño original creado por Spinetta y el diseñador Juan Gatti no es cuadrado. El empaque del LP de la primera edición, tiene forma octagonal irregular de cuatro puntas, con un fondo verde manchado de amarillo. En el frente se muestra una foto de Artaud viejo, mientras que atrás una foto similar de Artaud joven.
En el interior un sobre, que a manera de prescripción médica buscando remedio, contiene la lista de temas, una cita de Artaud (incluida al inicio de esta nota), una dedicatoria a él y una aclaración sobre la integración de Pescado Rabioso.
“¡Tuve unas luchas!... Me pedían de rodillas: "Te la hago de oro, pero cuadrada". Y yo les contestaba: "¡Nooo!, Ahora que me la aceptaste, no te vuelvas atrás. Pensá que estás sacando un disco muy original y chau". Las disquerías devolvían los discos porque las tapas se doblaban“.
Luis Alberto Spinetta
Se trata de un objeto totalmente transgresor y movilizador para su época y para latinoamérica en general.
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PRESENTACIÓN Y MANIFIESTO
Artaud fue presentado el 26 de octubre de 1973 en el Teatro Astral de Buenos Aires. El Flaco, acompañado sólo por su guitarra, mostró al público su más reciente creación junto a algunos temas tanto de Almendra como de los primeros álbumes de Pescado Rabioso, y unos inéditos. Al ser una muestra escénica, por supuesto que no podía faltar la escuela e influencia artaudiana… el surrealismo tenía que estar presente.
En los intermedios de la presentación se proyectaron algunos cortos y películas mudas como Un Perro Andaluz y El Gabinete del Dr. Caligari, mientras sonaba The Dark Side of The Moon de Pink Floyd y War Heroes de Jimi Hendrix.
De lo más destacado de este evento, no fue exclusivamente el acto en sí, sino un texto entregado por Spinetta a cada uno de los asistentes a la presentación: un manifiesto llamado Rock: Música Dura. La suicidada por la sociedad, haciendo alusión obvia al texto de Artaud acerca de Van Gogh.
En este manifiesto, Spinetta expone su propia definición y concepción del rock, y su rechazo a la banalidad y a los excesos de los rockeros.
“EL QUE RECIBE DEBE COMPRENDER DEFINITIVAMENTE QUE LOS PROYECTOS EN MATERIA DE ROCK ARGENTINO NACEN DE UN INSTINTO.
Sólo en la muerte muere el instinto. Por lo tanto, si éste se mantiene invariable, adjunto a la condición humana a la que necesitamos modificar para reiluminarnos masivamente, quiere decir que tal instinto es la vida.
El Rock no es solamente una forma determinada de ritmo o melodía. Es el impulso natural de dilucidar a través de una liberación total los conocimientos profundos a los cuales, dada la represión, el hombre cualquiera no tiene acceso.
El Rock muere sólo para aquellos que intentaron siempre reemplazar ese instinto por expresiones de lo superficial, por lo tanto lo que proviene de ellos sigue manteniendo represiones, con lo cual sólo estimulan “EL CAMBIO” exterior y contrarrevolucionario. Y no hay cambio posible entre opciones que taponan la opción de la liberación interior.
El Rock no ha muerto.”
-Extracto del manifiesto “Rock: Música Dura. La suicidada por la sociedad”.
Coincidamos o no con lo estipulado por Spinetta, es un hecho que esta idea es atemporal. Se puede aplicar a las concepciones actuales del rock, su mortalidad y la superficialidad de sus exponentes; o también podríamos concluir que artistas que no tienen nada que ver con la definición del género son, indudablemente, rock.
50 años han pasado desde el lanzamiento de Artaud y este ha trascendido más allá del conteo del tiempo; cumplió su cometido de ser un remedio al caos y a la putrefacción. Brinda una apertura espiritual y abrazo a cualquier escucha, pero esto también, no es certero. Intentar explicarlo o llegar a un acuerdo en torno a su significado, sería ir en contra del discurso mismo, del surrealismo implícito.
Artaud, tiene de bello lo que tiene de complicado… y este es bellísimo.