La película de la semana: 'Competencia oficial'
En el mundo del cine, como en las esferas particulares de las diferentes artes, los impostores y farsantes abundan y se multiplican can gran facilidad.
Por cada gran película que sorprende a la crítica o los jurados de los festivales hay al menos una decena que, además de no aportar absolutamente nada, fracasan rotundamente por estar concebidas por sus creadores con el objetivo específico de triunfar.
De este sin sentido, y de la quimera absurda de hacer algo para trascender, trata Competencia oficial, el más reciente trabajo de los directores argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn, y es nuestra película de la semana.
Acostumbrados a colaborar y dirigir a cuatro manos desde hace más de 30 años, y muy interesados en proponer en sus películas duras y profundas reflexiones sobre el arte y su trascendencia, la dupla consigue con Competencia oficial otro batazo de cuatro esquinas.
Apoyados en el talento y presencia de tres nombres propios de primer nivel en el Star System latinoamericano, Penélope Cruz, Antonio Banderas y Óscar Martínez, y en un guion inteligente que cuestiona cómo operan los absurdos mecanismos del ego, la fama y el prestigio, Cohn y Duprat entretienen y critican a un gremio que conocen muy bien.
En su película hay un poco de todo. Cine dentro del cine. Cineastas y actores pretenciosos y pagados de sí mismos que miran al otro por encima del hombro. Festivales y alfombras rojas como meta. Premios y aplausos como objetivo. Arrogantes en pugna que buscan sacar de quicio al otro y demostrar quién es quién en la batalla de los egos.
En síntesis, un fresco que se traduce en un cuento ácido y grotesco que hace uso de la farsa para retratar un medio que es capaz de conseguir lo más sublime y lo más ridículo. Todo con tal de atraer los reflectores y ser parte de la selección competitiva de un festival de prestigio. De la Competencia oficial del título de un filme que ya se puede ver en Cineteca Nacional y salas de Cinepolis y Cinemex de todo el país.
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