Oliver Sim se muestra libre de vergüenza y miedo en 'Hideous Bastard'
En retrospectiva con el trabajo que Oliver Sim desempeña en The XX –en donde las texturas de las melodías destacan primero que las letras– Hideous Bastard retoma un enfoque muy personal. Este álbum es el primero de muchos (esperemos) del vocalista de esta banda.
Oliver Sim, conocido por un rango vocal inexpresivo y particular, intercambió letras suaves sobre "palabras no dichas" y "devoción silenciosa" con Romy Madley Croft, una constante que vocalmente atrapa desde un inicio y que ha demostrado ser un poco más versátil.
El álbum debut, Hideous Bastard, está producido en su totalidad por su compañero de banda Jamie xx. Por primera vez, la voz de Sim está al frente y al centro, lo que le da a la música una paleta emocional sutil y, a veces, frustrante.
Al anunciar el álbum, Oliver Sim, de 33 años, compartió con todo su público una verdad importante para él. Reveló que vive con el VIH desde los 17 años. El proyecto, según lo declarado por Sim, fue un intento directo de comunicar el hecho de “liberarse de la vergüenza y miedo que he sentido durante mucho tiempo”. Estos temas tenían la suma de la impotencia de la juventud, pero finalmente aparecen claramente en Hideous Bastard, donde es una declaración de navegar por relaciones extrañas, las expectativas de su familia y compañeros, un amor tan fuerte que es debilitante.
“Pensé que podría sobrevivir sin dejar que nadie se acercara... En el momento en que lo probé me sentí desnudo y asustado”, canta en uno de los temas titulados “Saccharine”, meditando sobre un amor más complicado que cualquier otro tema que él haya tocado.
Oliver Sim nunca ha demostrado ser el más dinámico de los cantantes. Normalmente, su voz profunda y sensual ha transmitido pasión a través de la moderación, de la misma manera que un movimiento rápido de los ojos puede decir más de lo que un ferviente beso nunca podría. Pero en pistas como "Sensitive Child" y "Never Here", su voz se extiende a alturas que nunca hemos escuchado, mientras su brío palpable y sin trabas hunde sus incisivos en nuestra carne.
Definitivamente, Hideous Bastard es un álbum muy sensible y con tintes palpables que algunos medios musicales como Pitchfork y Metacritics han calificado como osado y con menos estrellas de las debidas.
Sin embargo, Oliver Sim ha logrado sacar ese talento oculto, aunque muchas veces visible, obteniendo su forma completa y dejando en claro que individualmente es un artista con formas que dan a la música bastante detalle y tintes muy vistosos. Hideous Bastard es definitivamente un álbum que vale mucho la pena escuchar.