¡No te lo pierdas! Surrealismo llega a Bellas Artes
El Museo Palacio Bellas Artes en colaboración con el Museo Boijmans Van Beuningen de Países Bajos, presentan la exposición: Sólo lo maravilloso es bello: surrealismo en diálogo.
Del 3 de junio al 2 de octubre la exposición presentará las creaciones de reconocidos artistas como Salvador Dalí, René Magritte, Leonora Carrigton, Max Ernst, Remedios Varos, Man Ray, María Izquierdo, entre otros.
La curaduría quedó a manos de la maestra en historia del arte moderno, Els Hoeck, quien ha producido y organizado exposiciones desde 1983. Y la sección mexicana de la exposición con Tere Arcq, curadora independiente con una destacable carrera de proyectos internacionales sobre mujeres artistas y surrealismo en México.
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La colección de obras está formada por una gran variedad de piezas de distintas expresiones artísticas; pinturas, fotografías, escenas cinematográficas, libros, collages, esculturas y hasta muebles con manos y perfumes con forma de pipa. Todas estas formas de expresión interactúan en un mismo espacio, añadiendo a la evocación de un ambiente igualmente surreal.
La exhibición se divide en siete núcleos que cubren diversas facetas del movimiento surrealista. Cada núcleo ofrece un aprendizaje conciso que permite no solo una mayor apreciación de las obras, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los eventos que las rodearon y el valor de conocerlas.
El primer núcleo, Una revolución surrealista, describe los inicios del surrealismo en el ámbito literario como respuesta a la Primera Guerra Mundial. En esta sección inicial se aprecian un par de las obras más populares de Dalí, Magritte y Carrington.
Dadá y surrealismo, el segundo núcleo, expone obras del movimiento dadaísta. Un movimiento vinculado al surrealismo. Ambos movimientos abandonan las concepciones y reglas alrededor de la creación de arte y el dadaísmo destaca por usar materiales cotidianos en sus obras.
La mente ensoñadora resalta la influencia que el psicoanálisis, el inconsciente y los sueños tuvieron sobre los artistas surrealistas. Influencia discernible en las piezas que conforman dicho núcleo.
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El cuarto núcleo, Exposición internacional del surrealismo de México, describe la íntima relación que artistas de nuestro país tuvieron con aquellos grandes nombres del surrealismo en Europa y los frutos de los vínculos que formaron.
Deseo, sección esencial que recuerda el papel protagónico que tuvo la sexualidad, el esfuerzo de acceder a los deseos reprimidos, y la búsqueda por deshacerse de las convicciones hegemónicas del amor y del sexo.
La sexta sección, El azar y lo irracional, contiene bocetos, collages, e impresos que permiten entender las teorías, juegos, técnicas y ejercicios que permitían a los surrealistas desatar su creatividad, sueños y fantasías.
Extrañamente familiar, presenta una serie de objetos inusuales que sorprenden por el ingenio y la extrañeza que insistan. Cuenta con objetos cotidianos sacados de contexto, transformados de manera que se reconocen vagamente pero sacan de quicio a quienes lo pretenden entender.
Sin embargo, la exposición no se queda en una lección de historia de arte. Da un pequeño paso más e invita a la concientización del papel que ocupa la mujer en el arte surrealista. Se nota una apología. Por ejemplo, en la sección de Deseo, se refleja la falta de reconocimiento a las mujeres surrealistas y su pesada presencia como cuerpos sexualizados en los óleos, fotos y esculturas que se presentan, situando a las artistas surrealistas en una incómoda posición.
Efectivamente, la exposición cuenta con considerables piezas creadas por mujeres como Álvarez Bravo, Aube Breton y Kati Horna, las cuales conviven con las piezas de cuerpos femeninos exagerados, sexualizados y reducidos a objetos funcionales.
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