“Cuando le pregunten a la gente quién inventó la bombilla, responderán ¡Edison! En cambio nadie sabe que ha inventado el tal Tesla”.
Esta es una de las aseveraciones con las que Thomas Alva Edison se refería a su competidor en la guerra de las corrientes eléctricas, Nikola Tesla.
A partir del 9 de marzo de 2016, la galería principal del Centro Nacional de las Artes, abrió sus puertas al público para presentar la serie de instalaciones dedicadas al hombre, cuyas visionarias ideas sobre la energía y las ondas electromagnéticas, lo colocaron como un avanzado a su época.
Nikola Tesla nació en Serbia en 1856. Según se cuenta, el día de su nacimiento hubo una tormenta eléctrica, por ello su madre vaticinó que sería un hijo de la luz. De niño se obsesionó por la energía estática, que observó mientras acariciaba a su gato.
Ya como ingeniero, se unió a la compañía de Edison en París, donde desarrolló la bobina de polos opuestos. Lo que le valiera que fuese el mismo Edison quien lo invitase a trabajar con él directamente. A penas un año duró esta colaboración, Edison había timado a Tesla, incumpliendo el pago de sus honorarios:
“Esta es una broma americana señor Tesla, era una broma aquello de la paga”.
La exhibición Nikola Tesla: El futuro me pertenece, se presentó primero en Madrid, después en el Museo del Parque Fundidora en Monterrey, y ahora llega a la Ciudad de México al CENART, para ofrecer una versión extendida de sus predecesoras.
Esta muestra se complementa con una serie de instalaciones que incluyen, realidad aumentada: una simulación del despegue vertical de un avión, idea “tesleana” que inspiró el despegue de los aviones británicos Harrier -aviones de combate que no necesitan impulso para despegar, lo hacen de manera vertical-. Además de conciertos, muestras, conferencias y actividades lúdicas dedicadas al público infantil.
“El presente es de ustedes, pero el futuro, por el que tanto he trabajado, me pertenece “
Nikola Tesla.
Destacando las instalaciones que remiten al lado personal del genio. Una reproducción de su laboratorio en Colorado Springs; el salón de la fama Tesla, en conjunto con una serie de imágenes que revelan su vanidad, asexuliadad, rostros, frases, amigos, amores y antagonistas, como Marconi quien le robó la idea de las transmisiones trasatlánticas de radio, y el mismo Edison.
La diversidad de los estudios de Nikola Tesla, quedan al descubierto en esta exposición, necesaria para comprender que sin su legado, no existirían las ondas a control remoto, la corriente alterna o los experimentos climatológicos en la ionosfera como el The High Frequency Active Auroral Research Program (HAARP). Ni uno de estos serían posibles.
Dejando una sensación al visitante de que el presente pudo ser mejor, si sus inventos hubiesen sido aplicados en su momento. Lo que por desgracia no fue posible debido a los intereses desmedidos de las ambiciones corporativas, que han detenido el verdadero avance al futuro.
Cabe destacar que Nikola Tesla, concebía un mundo en el que el uso del petróleo no es necesario, donde los recursos pueden extraerse de las diversas fuente de energía del planetaria. Por ello es que Nikola Tesla: El futuro me pertenece, fue montada con materiales reciclados y energías limpias, para ir en armonía con las ideas sustentables de Tesla.
Electrizante exposición, que nos abre una nueva percepción al futuro, comprendiendo que sin el genio de Nikola Tesla, Internet y la esperanza de las energías limpias, no serían existirían.
Nikola Tesla: el futuro me pertenece:
- Abierta al publico de marzo 9 - junio 12 de 2016.
- Galería Central del Centro Nacional de las Artes. (Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan. Muy cerca del metro General Anaya de la línea 2).
- Horario: martes a domingo de: 10:00 - 18:00 hrs.
- Entrada Libre.
Galería: