A mediados del siglo XIX, el impresionismo fue un movimiento rechazado por los críticos, se puede describir como una reacción contra claridad, lógica y orden del arte académico de la época.

Dos siglos más tarde, este vuelve al centro de la atención del público mexicano en la nueva exposición en el Museo Nacional del Arte, Monet: Luces del impresionismo. Cuenta con 12 obras de artistas impresionistas y tres de ellas hechas por el famoso artista francés Claude Monet.

Claude nació el 14 de Noviembre de 1840, en París, Francia. Monet siempre estuvo interesado en el arte y en 1851 entró en la escuela secundaria de artes de La Havre, en el cual descubrió su gran talento para dibujar, principalmente caricaturas. Durante su adolescencia se fue a París a trabajar con grandes artistas como Monginot y Gautier.

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Después de haber sido dado de baja en su servicio militar forzoso, este dedicó el resto de su vida adulta al arte. Incluso después de haberse casado con el amor de su vida Camille Doncieux y no tener nada de dinero, este no dejó su sueño atrás.

Pintura hecha por Claude Monet, titulada “Paisaje en Port-Villez”. Fotografía tomada por Regina López.

El nombre de Monet actualmente tiene un peso en el imaginario colectivo. Ciertamente es una de las primeras figuras en las que se piensa cuando se habla del impresionismo. En los inicios del impresionismo, los artistas que eran parte de esta corriente montaban sus propias exposiciones. La pintura de Monet, Impresión: Sol naciente (1872) fue expuesta en la primera exposición de este movimiento.

En Monet: Luces del impresionismo que está en el MUNAL, se encuentran tres obras de Monet: los Nenúfares, el Valle Buona y Paisaje en Port-Villez. Las primeras dos vinieron del Museo de Arte de Dallas y la última fue un préstamo del Museo Soumaya. El resto de las piezas son de artistas impresionistas mexicanos como Joaquín Clausell, Francisco Romano Guillemín, Armando García Núñez y Mateo Herrera.

Pintura hecha por Monet, titulada “Valle Buona”. Fotografía por Regina López.

“Este proyecto interinstitucional crea puertas sobre todo ponderando la figura de Monet a partir de la obra de nenúfares pero siempre con la consigna de vincular a estos grandes artistas y a este gran proyecto expositivo con la colección del Museo Nacional del Arte.” dijo Héctor Palhares, curador de la exposición y director del MUNAL, cuando se le preguntó sobre la elección de obras.

De acuerdo con Palhares, esta es una exposición íntima. Una de las principales características son los toques de luz natural que los impresionistas implementan en sus obras con manchas de diferentes colores y por eso la decidieron llamar así.

La exposición está abierta a todo el público del 27 de abril al 27 de junio en el MUNAL, que se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México. ¡No te pierdas la oportunidad de quedar impresionado!

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