Chris Cornell ha muerto. Así de crudo era el encabezado de una nota, parecía escrita por un carnicero. Nada de poesía o eufemismos. Solo parecería importar sacar la noticia rápida para ser primicia. Al leerlo, fue inconcebible, simplemente no podía estar pasando. Pero al igual que el deceso de Scott Weiland en 2015 —que pareció dar el banderazo de salida a aquel fatídico 2016, musicalmente hablando— era verdad. Cornell fue encontrado sin vida en Detroit, a los 52 años de edad la madrugada del 18 de mayo de 2017. Las lágrimas fueron incontenibles, la memoria se encargó de traer de vuelta aquellas tardes de escucha incesante de Euphoria Morning (Interscope Records, 1999), su primer disco de solista, post Soundgarden. Menospreciado por la crítica por no ser del estilo conocido de su mencionada ex banda, sin tomar en cuenta el viaje introspectivo que representa. Para muestra, una belleza total llamada “When I’m Down”.
https://www.youtube.com/watch?v=28eHgulpnUk
Es una obviedad que Cornell será recordado principalmente por su trabajo en Soundgarden y posteriormente en Audioslave. Pionero del movimiento grunge con Temple of the Dog, y uno de los artífices y voces más reconocidos del movimiento musical de inicios de los noventa. Pero detrás de toda esa faceta ruda y rebelde, había algo mucho más profundo en Chris, y en especial, en ese debut en solitario, donde su contenida belleza interior, por fin vio la luz.
Cornell se adaptó a la época que le tocó vivir de joven, pero su talento ahí, aún no terminaba de explotar. Era un ser mucho más profundo y complicado, por eso cuando pudo levantarse y presentarse como sí mismo, lo hizo. Tuvo que romper todo tipo barreras, desde la física —ser menospreciado por ser un hombre extremadamente guapo—, hasta lo musical, por pensar que sólo podía hacer grunge, cuando su trabajo lírico —basta revisar las letras de “Sunshower” o “Preaching The End Of The World”— y rango vocal (prácticamente de cuatro octavas, aunado a una técnica de bandas vocales muy trabajada) son excepcionales, algo sorprendente para alguien de sus orígenes.
https://www.youtube.com/watch?v=6sHMBX72NGE
Los trabajos en solitario posteriores a Audioslave no tuvieron mayor eco, sin embargo, Cornell tuvo el valor de experimentar y tratar diferentes cosas. Siempre buscó ampliar su universo musical, y el de sus escuchas, sacándolos de la zona de confort en cada uno de ellos. Cuestiones atrevidas para alguien consolidado y que no necesitaría hacerlo.
“El tiempo es cruel y no perdona” recita una línea de “Abrázame muy fuerte” del fallecido Divo de Juárez, Juan Gabriel. Vaya que tenía razón, el tiempo pasa sin darnos cuenta, se vive pensando, cada día, que se estará por siempre en el plano terrenal. Pero la vida se encarga de recordarnos, de vez en cuando, que no es así, que somos temporales y que sólo somos un parpadeo en los ojos del universo.
Los recordatorios suelen ser despiadados, el peor de todos, el fallecimiento de seres queridos o admirados. Es ahí cuando se ponen los pies en la tierra y un escalofrío muy humano recorre cada parte del cuerpo. Hoy así amaneció el mundo, con la peor remembranza del paso de los segundos, el deceso de un icono musical.
Gracias por todo Chris, por tu música y por tu valentía, el tiempo fue cruel y te llevó antes. Ahora solo te recordaremos cuando estemos tristes, pero no te preocupes, porque de ahora en adelante, así estaremos siempre.
https://www.youtube.com/watch?v=QAfpuiDZV_c