#Cariñito909: Malcolm & Marie: el bucle infinito de las relaciones no funcionales
Todos los seres humanos tenemos nuestros demonios, nuestras propias crisis existenciales y por supuesto, nuestra perspectiva del amor, la lealtad, la compañía y la admiración. Malcolm & Marie (2021) nos da todos esos matices y un poco más durante una hora con cuarenta y seis minutos.
El filme dirigido por Sam Levinson, creador del éxito juvenil Euphoria —en la que también Zendaya es protagonista— nos entrega esta producción en blanco y negro en el que retrata los pensamientos y sentimientos más profundos de Zendaya y John David Washington en una casa en Malibú, que al paso de los minutos se convierte en un espacio en el que dos almas no caben más.
Y queremos rescatar el perfil de los protagonistas porque aunque la historia parezca cliché e incluso se romantice la toxicidad en las relaciones de pareja, los personajes tocan de distintas formas a los espectadores, les da una cruda realidad: la vida en pareja nunca será fácil.
Malcolm es un director de cine egocéntrico y preocupado por el qué dirán los demás sobre él y su trabajo. Marie es la compañera de vida, apasionada, intensa, empática y en el pasado, una mujer con problemas de drogadicción. Lo que parecía ser un momento de celebración, se convierte en una noche larga de discusiones que al principio parecen absurdas, pero que conforme se presentan las emociones contenidas de cada uno, terminan en una pelea que dura prácticamente toda la madrugada sin llevarnos a ningún lado.
Los argumentos entre Malcolm & Marie se vuelven cada vez más viscerales y dolorosos. Debido al calor de la discusión, ambos terminan diciendo cosas que los lastiman y que sin duda, provocarán el quiebre de una relación que de por sí ya no aportaba a su vida porque su función se había cumplido desde hace mucho, pero no eran capaces de aceptarlo o siquiera de reflexionarlo. Por eso esta pieza dramática se vuelve tan tangible para quienes la ven.
Las buenas relaciones son las que ayudan a la otra persona a crecer personal y profesionalmente, son de acompañamiento, de comprensión, de confianza, de aceptar el pasado y errores del otro. Malcolm & Marie cobra fuerza porque expone el agujero en el que se encuentran muchas relaciones sentimentales.
Esta película no pretende darnos una respuesta, sino todo lo contrario: interiorizar cada uno de los momentos vividos con alguien y preguntarnos ¿hacia dónde queremos ir con esa persona? Si tenemos reproches, desconfianza, vergüenza, o incluso hasta resentimiento… ¿por qué seguimos ahí? Tanto el personaje de Zendaya como el de John nos da una probable respuesta. Por un lado, él le afirma que es una mujer que no se ama así misma y por eso será difícil que alguien más la pueda aceptar y amar, por otro, ella sostiene que el egocentrismo de John no lo llevará a ningún lado, sobre todo cuando todo lo que es en la actualidad es gracias a ella.
Básicamente son argumentos que nunca se desmienten ni confirman, lo único que podemos observar es que hacia el final de este largometraje, la salud mental en lo individual y en pareja debería ser lo más importante. Si no nos amamos a nosotros mismos, nunca podremos superar reproches, desconfianzas, resentimientos con absolutamente nadie, y siempre estaremos en el bucle infinito como el que viven Malcolm & Marie.