Acercándonos a la recta final de la temporada de premios, este fin de semana se dieron a conocer los nominados a los Óscares de la Academia de Cine de Hollywood.

Detrás de las 10 estatuillas por las que competirá Mank, la mas reciente cinta de David Fincher de la que ya hablamos en esta columna, seis películas consiguieron ser consideradas por los académicos en seis categorías: El juicio de los 7 de Chicago, El padre, Nomadland, Judas y el mesías negro, Minari y nuestra película de esta semana, Sound of metal.

Dirigida por el documentalista, editor y guionista norteamericano Darius Marder, Sound of metal es un proyecto de largo aliento que le llevó a sus realizadores más de una década en concretar y cuya idea nació a partir de una conversación entre el director y su co guionista Derek Cianfrance cuando realizaban juntos Cruce de caminos.

De entonces a la fecha cambiaron muchas cosas en esta producción de la que se bajaron actores y actrices, y se sumaron socios creativos que lo convirtieron en lo que hoy es: otra pequeña cinta independiente que se ha ido fortaleciendo y ganando visibilidad conforme se acerca la entrega de los premios de la Academia.

De sus seis nominaciones destacan, por su poder e inteligencia, las de sus dos actores masculinos que desde los dos extremos opuestos protagonizan un duelo de interpretación único, y por su sutileza y precisión, las de guion original y sonido. En este último caso con la participación en el grupo de nominados de tres especialistas mexicanos, Michelle Couttolenc, Jaime Baksht y Carlos Cortés, que se suman a una larga lista de cineastas nacidos en nuestro país que siguen hablando de lo bien que se hacen películas por estos lares.

Una historia de amor complicada entre dos perdedores que vienen de regreso de sótanos muy oscuros. Él, un adicto rehabilitado que toca la batería en un dueto de heavy metal y recorre el país dando conciertos. Ella, la vocalista del grupo que tiene en su cuerpo marcas de un pasdo en el que no podía dejar de lastimarse a sí misma.

Una pareja aparentemente funcional a pesar de todo y un repentino giro del destino que desacomoda el mundo.

¿Qué tan necesario es el oído para un músico? ¿Cómo tocar si no se pueden escuchar los sonidos que produces? ¿Cómo seguir adelante ante un reto de este tipo?

De la manera de afrontar estos problemas de Ruben y Lou, y de los cambios que provocará en su futuro trata Sound of metal, un cuento moderno lleno de silencios y audios subjetivos que por méritos propios se coloca como contendiente al más mediático de todos los premios. ¿Le alcanzará para ganarlo? Tal vez la respuesta a esa pregunta no sea tan importante y con en la visibilidad alcanzada se puede intuir ya un enorme logro.

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