La guerra en Ucrania ya casi cumple un año y los más afectados son los niños y niñas
Image: Twitter: UNICEF
Ya casi se cumple un año del estallido de la guerra contra Ucrania que comenzó el 24 de febrero de 2023. A raíz de ella, una ola de violencia, pérdidas y temor han invadido la vida de los niños y las niñas que han sufrido estragos irreparables desde el estallido del conflicto.
Las y los menores de edad han sido obligados a huir de casa, han sido heridos, privados de educación esencial y despojados de un entorno seguro, sino es que han sido asesinados. Por este motivo, Catherine Russel, la Directora Ejecutiva de UNICEF manifestó que:
“Ha sido un año de horror para los niños y las niñas de Ucrania […] Millones de niños y niñas se acuestan con frío y con miedo y se despiertan deseando el fin de esta guerra brutal. Muchos niños y niñas han muerto o han resultado heridos, y otros han perdido a sus progenitores y sus hermanos, además de sus casas, sus escuelas y sus patios de recreo. Ningún niño debería tener que soportar este tipo de sufrimiento”.
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Por otra parte, las familias se han visto sumamente afectadas por la crisis económica que redujo de manera significativa los ingresos de varias familias que además sufren una severa crisis energética ocasionada por la misma guerra. Asimismo, de acuerdo con datos provistos por la UNICEF, el porcentaje de niños y niñas que viven en pobreza se ha duplicado pasando de 43% a 82%. Sin mencionar a las 5.9 millones de personas que se encuentran actualmente desplazadas del país.
De ahí que la guerra haya impactado gravemente la salud mental y el bienestar de la infancia. Se calcula que cerca de 1.5 millones de niños y niñas corren el riesgo de sufrir depresión, ansiedad, o algún tipo de trastornos por estrés postraumático, que sean a largo plazo. La UNICEF, aún sigue buscando apoyo para la ayuda humanitaria rápida y segura para finalizar la violencia contra los niños y las niñas. En el mismo sentido, Catherine Russel pronunció:
“Los niños y las niñas necesitan el final de la guerra y una paz duradera para recobrar su infancia perdida, volver a la normalidad y empezar a sanar y a recuperarse […] Hasta que eso ocurra, es absolutamente crucial que se dé prioridad a la salud mental de los niños y las niñas y se atiendan sus necesidades psicosociales. Esto debe incluir medidas adaptadas a cada edad para proporcionar un cuidado afectuoso y sensible, fomentar la resiliencia y, en el caso especial de los niños y niñas de más edad y adolescentes, darles la oportunidad de verbalizar sus preocupaciones”.
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