La mirada cautivadora de Kidlat Tahimik

La mirada cautivadora de Kidlat Tahimik

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Catorce mil 211 kilómetros separan a Manila, capital de Filipinas con la Ciudad de México.

Aunque para la mayoría suene distante y totalmente ajena, las culturas, tradiciones y costumbres entre Filipinas y México son más fuertes de lo que aparentan.

El portugués Fernando de Magallanes fue el primero en llegar a la isla de Filipinas, nombrada así en honor a Felipe II. Años más tarde en 1564 Miguel López de Legazpi zarpó de la costa de Jalisco para integrar las islas filipinas al reino español.

Durante más dos siglos Filipinas formo parte del gobierno establecido por el virreinato de la Nueva España, hasta la independencia de México en 1810, año en el que se integro por a la Corona Española.

El Intercambio entre Asia y América, se dio en gran parte por el Puerto de Acapulco y el Puerto de San Blas, de tal forma que era común el intercambio de plata mexicana por seda, telas, especias, joyas y artículos exóticos provenientes del oriente.

Se dice que piezas de arte novohispano creados por maestros artesanos en México, se inspiraron en jarrones de la dinastía Ching para la creación de la cerámica mexicana. De las telas y sedas surgieron los rebozos y vestidos que dieron paso a varios trajes regionales.

Con el movimiento de independencia en México, varios fueron los independentistas enviados a Filipinas a cumplir condenas exiliados de nuestro país.

Muchos de ellos se establecieron y formaron familias, fortaleciendo el intercambio cultural entre ambos países, e incluso expandiendo el pensamiento de libertad, lo que posteriormente propicio el movimiento de independencia de Filipinas.

Ejemplo de ello es que actualmente a ochenta kilómetros al norte de Manila, se encuentra el poblado llamado “México” ubicado en la provincia de Pampanga, localidad que se fundo en 1581 por los colonizadores proveniente de Latinoamérica y que aún hoy sigue en pie.

Un dato curioso es que en Manila existe una estatua dedicada a Miguel Hidalgo y Costilla, así como en la Ciudad de México se erige un monumento al Dr. José Rizal, héroe que trazo la independencia de Filipinas.

Hasta hace un siglo, aún era posible escuchar que se hablase español en las islas filipinas, existen más de cinco mil palabras incorporadas al idioma tagalo, lengua hablada en Filipinas e incluso algunas de origen náhuatl como tianguis y jícama.

Muchas son las anécdotas que unen a ambas naciones a través de la historia, vínculos que con el tiempo se han vuelto fraternales, en las que se comparte historia, cultura, religión, gastronomía, tradiciones e incluso nombres y apellidos.

Durante el siglo XX, gran parte de los movimientos armados en todo el mundo se caracterizaron por la descolonización de regiones ubicadas en África, Asia y Latinoamérica. Un ejemplo de ello es Filipinas que durante su historia sufrió la colonización española, norteamericana y japonesa.

Alguien que conoce muy bien este tema es Kidlat Tahimik considerado el padre del cine independiente filipino y homenajeado internacional en el Guanajuato International Film Festival, recientemente celebrado en el estado de Guanajuato, México.

La presencia de Tahimik en el festival, logro cautivar la mirada curiosa, de aquellos con apetito fílmico que buscan un cine mucho mas arriesgado, que mira a la sociedad desde un punto critico y no desde el convencionalismo hollywoodense.

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Tahimik se formó como economista en los Estados Unidos durante la llamada Guerra Fría, la exploración espacial y la llegada del hombre a la luna, que marcaron su vida para siempre, hecho que refleja en su trabajo cinematográfico: ¿Mababangong bangungot (1977) y en Sinong lumikha ng yoyo? Sinong lumika ng moon buggy? (1982).

Como se puede ver en mi cinta “pesadilla perfumada” en la que el personaje principal lo protagonizo yo mismo (risas) al encarnar a un taxista en Filipinas que todo el tiempo escucha en la radio una voz americana, que podríamos decir es una estación de radio como Ibero (risas), y que se encuentra embelesado y obsesionado con el aterrizaje en la luna evento que justamente hace unos días cumplieran cincuenta años.

Son esas voces tan fuertes que hacen que todo el tiempo se encuentre metido en este tema, y que a su vez no lo dejan escuchar y conocer la historia de su padre, un héroe local que se encuentra resistiendo a la colonización americana. Entonces al estar tan enfocado en lo que pasa afuera, no escucha lo que pasa dentro, en este caso a su papá” afirmo Tahimilk para Ibero 90.9.

Es difícil encasillar el trabajo de Kidlat, quien explora géneros como el documental y la ficción y que al mismo tiempo crea un lenguaje de poder reflexivo, casi filosófico acerca de una sociedad que hoy basa su modo y estilo de vida en el capitalismo.

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La importancia del amor al prójimo, la interacción y la resistencia al mundo capitalista, son temas comunes en cintas de Tahimik como Turumba (1981), obra de ficción que se centra en la familia Kadu protagonistas de la historia, artesanos indígenas de juguetes, que con la llegada de la modernidad a su pueblo se ven envueltos en la vorágine del consumismo.

Eso es también la colonización, sucedió en Filipinas y también en México es como si nos hubiesen dicho “No, tu eres el primitivo, tu estas mal y nosotros somos quienes traemos el progreso”.

En el caso de Filipinas sucedió con la invasión norteamericana y antes de ellos al ser colonia española, actualmente es impactante como después de tres o cuatro generaciones ya se borró el orgullo por nuestras raíces, es común ver como los grupos indígenas ya no se sienten identificados con sus tradiciones.

Entonces, debemos de preguntarnos ¿Es cool vivir en Paris o visitar New York?, creo que debemos de hacer una autorreflexión pues también puede ser cool retomar nuestras tradiciones y venerar a nuestros ancestros.

Deberíamos de conservar viejas prácticas como pedir permiso a los arboles antes de que se les corte o a nuestros ríos para poder beber de ellos, al cielo, a los vientos para que las nuevas generaciones lo puedan valorar.

Yo, por ejemplo, crecí muchísimo con esta influencia anglosajona y cuando me di cuenta de que ese no era el camino, empecé a cuestionarme y llevar a cabo estas reflexiones con la finalidad de valorar mucho más mis raíces y tradiciones como aquellas de la tribu Ifugao, lo que me llevo a valorar mucho más a los pueblos indígenas”.   

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De tal forma es que la colonización ha influenciado a su forma de hacer cine y en la forma de contar sus historias, aunque no deja de lado aquellas que tengan un beneficio económico, pero no con una finalidad capitalista, sino para que estas a su vez le ayuden a contar la siguiente historia.

 “Soy un director de cine independiente desde hace más de cuarenta y cinco años, actualmente utilizo las nuevas tecnologías del video como una herramienta, pues considero no debemos de estar peleados con ella, pues esto ha ayudado a que mas personas puedan grabar sus propios videos.

Pero una cosa es grabar un buen video y otra es saber contar una historia, por lo que la tecnología se convierte en un gran aliado para seguir creando cine independiente

Tahimik, reconoce que la industria de Hollywood ha capitalizado y sobre explotado el hacer cine. Por lo que él, se centra en contar historias de forma sencilla, sin basarlas en el sexo, violencia o conflictos bélicos, que son las historias que tienen mayor éxito en el cine comercial actualmente.

De tal forma es que el proceso creativo cumple un papel esencial en el cine independiente:

Justamente lo que nos permite estas nuevas tecnologías, es ser más independiente, y no necesitar de un presupuesto en el haya dependencia al dinero o a un productor que tiene sus propios deseos, y que muchas veces forzan a que el director tenga que adaptarse a dichos deseos perdiendo esa cierta independencia”.

La posibilidad de resolver un impedimento como el presupuestario en una industria como el cine, forma parte del proceso creativo de Tahimik, sin embargo, hay algo más que lo lleva a crear historias entrañables que lo conectan con su propia alma:

“De pronto mientras te encuentras creando e imaginando surge esta voz interna a la que yo le llamo “duende”, esa voz que no tiene que responder al deseo o apetito de alguien más, sino únicamente a lo que “tú duende” desea crear.

Para mí “el duende” es esa energía creadora de una historia una contraposición del dinero, un guia que me lleva a contar esas historias, es decir, todo nace de la fuerza del duende y no de la fuerza del dinero.

Mi duende es diferente al tuyo, al de él, al de ella, es diferente a cualquier otro, porque todos hemos nacido y crecido en diversos contextos y circunstancias, tenemos una perspectiva diferente del mundo y ahí es donde surge esa magia, cuando los duendes de cada uno pueden contar estas historias y así evitas repetir aquellas que todos los demás están contando y que de repente son impuestas

Al respecto, en uno de los vestíbulos del centro de convenciones en el que se llevo a cabo el GIFF, sin mayor protocolo que un par de manteles y un cartel pintado en una cartulina fosforescente, Tahimik montó una instalación llamada “III Guerra Mundial”, que no representa a un conflicto violento, sino más bien a una guerra cultural.

En dicha instalación destacaban dos figuras, por un parte Anitun Tabu diosa del viento filipina que sopla en contra de la diosa del viento de Hollywood representada por la actriz Marilyn Monroe, un versus entre estas historias hollywoodenses y aquellas mucho más locales.

Tome su distancia diosa de Hollywood no queremos más historias suyas, buscamos historias que nos conecten con nuestras raíces con nuestros pueblos indígenas. ¡Go way Hollywood! ¡Go way!

Durante su homenaje en el Guanajuato International Film Festival, Tahimik sorprendió al publico por su acercamiento, calidez y humildad, durante su master class, así como durante su homenaje en ningún momento dejo pasar la oportunidad para invitar al público a volverse más introspectivos, de ver así dentro y enaltecer nuestras raíces.

“Para mí la antítesis del duende son estas historias que nos imponen, las mismas historias llenas de violencia en las que se habla de lo mismo y se nos impone muchas veces a los creadores independientes.

Mi duende tiene este dialogo conmigo, que me permite conectar con sucesos que están sucediendo, por ejemplo, temas como la guerra antidrogas, el calentamiento global, puedo conectar a mi duende con la problemática social y medio ambiental que está sucediendo y justamente esto me permite crear este puente y contar las historias de los diversos grupos indígenas.

Porque para mí es muy importante retomar estas culturas que tenían esa sabiduría y lograban este balance, esa relación entre el hombre y la naturaleza y que debemos de conservar, es un aprendizaje que nos ayudaría a combatir problemáticas actuales como el calentamiento global, por ejemplo, entonces creo que debemos de aprender más de nuestros pueblos indígenas, para contar más y mejores historias

Kidlat Tahimik es sin duda un ejemplo de ese cine que vale la pena voltear a ver, que no sigue los estereotipos occidentales y que nos brindan un espacio para la reflexión.

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