La Ciudad de México se prepara para recibir el Festival de Cine de Nueva Zelanda, una selección de largometrajes y cortometrajes con lo mejor de la cinematografía neozelandesa. Este muestra dará inicio a partir del 16 y hasta el 21 de mayo en tres sedes: Cineteca Nacional, La Casa del Cine y Cine Tonalá. Este evento cuenta con la colaboración del Ministerio de Cultura y Patrimonio de Nueva Zelanda, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda y la Comisión Cinematográfica de Nueva Zelanda subvencionado por el Programa de Diplomacia Cultural Internacional.
La selección de cintas buscan reflejar la actualidad de aquel enigmático país como Mahana, The Dead Lands, The Dark Horse, Born to Dance, Hip Hop-eration, Boy, Whale Rider, The Ground We Won entre otras.
https://www.youtube.com/watch?v=GDdVkaMwZLw
En entrevista Dana Rotberg Directora de Cine mexicana platicó con Ibero 90.9 respecto a este primer Festival de Cine y la conexión que existe entre Nueva Zelanda y México.
Dana Rotberg: En principio cuando emigras a cualquier lado o abres el corazón y la mente o te quedas para siempre en un gueto, para mi fue esa en principio la actitud que me permitió sin dejar de ser la profunda mexicana que soy, tratar de comprender, comulgar, acercarme y comprender qué significa ser Kiwi (Apodo dado a los habitantes de Nueva Zelanda).
Por otro lado la experiencia compartida de la colonización, es algo que nos hermana profundamente, no importa en qué momento de la historia se dio o en qué parte del planeta se da, se comporta de la misma manera y el sufrimiento frente al despojo, porque eso es la colonización un despojo, se articula de formas muy semejantes entonces siendo mexicana la piel y la historia te permite tener una experiencia muy particular frente a la colonización en este caso del pueblo Maorí en Nueva Zelanda.
Por otro lado la gente es de una dulzura llena de hospitalidad y apertura en todos los sentidos que te permite ser la persona que eres en términos de identidad para pertenecer, esa es una experiencia que te lleva a comulgar con el otro entonces ambos son iguales y pertenecen al mismo territorio humano. El tener una hija me dejo entrar al territorio de las mamás que somos todas iguales nos partimos el lomo porque nuestros hijos salgan adelante y nuevamente esa es una experiencia universal.
En términos del quehacer cinematográfico fue para una experiencia muy intensa privilegiada, sagrada porque tuve la oportunidad de adentrarme a la profundidad de la cosmovisión de la tribu, que es muy aguerrida con una identidad íntegra a la que tuve que manifestarles que no era yo quien quería contar un cuento, sino ponerme a su disposición para contar la historia que ellos requerían contar y desde ese territorio yo era un instrumento para ellos, oído, mirada y voz.
https://www.youtube.com/watch?v=sX3UGNLoDko
Se me abrió un universo muy hermoso en que encontré territorios que se hermanan con la cosmogonía de mi país de una riqueza y diversidad enorme, pero al final hay un lugar donde todas estas culturas aterrizan, porque es un territorio sagrado respecto a su entorno a la madre naturaleza y a sus recursos naturales.
Hacer esa película me permitió vivir la identidad Neozelandesa que es la identidad Maorí, y tuve un equipo de trabajo extraordinario trabajamos con la comunidad, se trabajó en las localidades reales de donde surge el mito en el que se basaba la película, se honró la voz de los ancianos como los principales asesores de mi proyecto, ellos me condujeron a los lugares donde podía o no acercarme y en ese sentido también fue expresado claramente que el ser mexicana me permitía a través de mis ancestros indígenas el que los ancestros Maorí me dieran la bienvenida a su cultura.
Eso se dice fácil pero tiene una dimensión enorme que no tiene que ver con presupuestos, con guiones con nada, y fue un privilegio absoluto y después vivirlo desde adentro haciendo lo que hago a través del cine.
Ibero 90.9: ¿Porque acercarse a ver cine Neozelandés?
DR: Porque el cine nos hermana, el cine del mundo nos hermana, no únicamente el de Nueva Zelanda nos hace más sabios nos hace más humanos. En el caso de Nueva Zelanda es un país del que tenemos muchísimo que aprender, es una democracia funcional y efectiva, algo que deberíamos de aprenderles es un país en una búsqueda profunda y honesta de su identidad, nuevamente deberíamos de abrir los oídos a ese discurso.
Es un país generoso que tiene muchas cosas que nosotros ya las vivimos como imposibles o causas perdidas, y allá se viven como posibles y creo que en ese sentido es una parte del mundo que refrenda la esperanza en el género humano de activar mecanismos sociales igualitarios con respeto a la naturaleza buscando identidades que honren todos sus origenes. Su democracia con casi nula corrupción ha creado una sociedad solidaria, sin duda hay mucho que aprender de Nueva Zelanda.
Este festival recorre Latinoamérica visitando países como Argentina, Chile, Paraguay, Brasil Cuba, Colombia y por supuesto México.
Bajo este contexto se anunció una alianza con el Instituto Mexicano de Cinematografía, para presentar 5 cortometrajes mexicanos que incluyen “El Jardín de las Delicias”, De cómo los niños pueden volar”, “La Noria”, “Las tardes de Tintico” y “Tiempo de Cosecha” que acompañarán a las películas neozelandesas en dos sedes en la Casa del Cine y CIne Tonalá
La función de estreno de este festival se efectuará el próximo 16 de mayo en la Cineteca Nacional con la cinta “Mahana” en punto de las 19:00 y 22:30hrs.
https://www.youtube.com/watch?v=VowvDCtc26o