Lourdes Grobet fue reconocida con la Medalla de Bellas Artes por su gran trayectoria artística y legado en la fotografía, el pasado sábado 9 de julio. Este premio se le otorgó en el Centro Cultural de los Pinos con la presencia de la secretaria de cultura, Alejandra Fraustro.

También, fue inaugurada la exposición llamada: Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena. Medio siglo de historia acompañada de la presentación de un libro que lleva el mismo nombre, en el que Grobet trabajó por años.

La fotógrafa solo pudo ver la ceremonia de forma virtual, por tanto, la medalla fue entregada a su hija, Ximena Pérez Grobet. En su discurso de agradecimiento recordó las virtudes de la artista; entereza, firmeza, determinación, amor, entrega y compromiso.

Posteriormente, como parte del homenaje, la directora teatral Delia Rendón habló sobre el trabajo de la fotógrafa para la creación de la exposición y el libro.

“Cuando Lourdes habla de más de 25 mil negativos, son 25 mil disparos de su cámara hechos en lugares de lo más diversos.” Asimismo, mencionó que la trayectoria de la fotógrafa se ha recuperado gracias al arduo trabajo de investigación y acompañamiento que ha tenido Grobet.

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El Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, ha funcionado como un sistema de enseñanza teatral, actoral y dancística enfocada para campesinos e indígenas de Yucatán y Tabasco. Es un proyecto de organizaciones de participación cultural con una trayectoria de más de 30 años.

Luz Emilia Aguilar, crítica e investigadora teatral, afirmó durante el homenaje lo mucho que falta por hacer para construir nuestra memoria mexicana. Y puntualizó que la historia del laboratorio está atravesada por la discriminación, el racismo y diversas formas de represión.

Para terminar el homenaje, en la explanada del Centro Cultural, los presentes gozaron por parte del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena, un fragmento de la puesta en escena Los perros, escrita por Elena Garro.

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