Desde Londres, Alex Kapranos, cuyo proyecto principal actualmente es Franz Ferdinand, retoma su faceta de productor y presenta una nueva designer drug, con el nombre de pila Citizens!. Esta droga trae consigo viajes con muchos altibajos, y motifs difíciles de sacarse de la cabeza.
La base de esta droga no es una nueva; aprendieron bien el craft de encontrar ganchos muy efectivos, incluso molestos hasta cierto punto, y repetirlos hasta el cansancio. Su carta de presentación fue "True Romance", y además es la canción con la que abre el disco; en ella aparecen un pianito que suena de juguete, y letras con temáticas adolescentes, cuando el amor va y viene, y cuando el joven se siente invencible y capaz de librarse de todo. Después escuchamos “Reptile”, el corte que causa mayor adicción en todo el LP. Esta canción es como para bailar feo, con tus dos pies izquierdos, solo o acompañado, en la sala de tu casa. Es un tema dramático, bizarro, y casi homoerótico.
Los autores originales de esta nueva droga son cuatro muchachos feitos pero con onda que visten ropa estilizada. Físicamente parecen los hermanos pequeños de Two Door Cinema Club. En cuanto al sonido, parecen fanboys de las líneas de bajo de The Whitest Boy Alive, de Yeasayer y sus arreglos "mágicos", y algunos de los coros a las distintas voces de Of Montreal.
Es probable, que el gusto que se ha generado por estos chicos hedonistas haya surgido por algo más que ellos mismos: los dealers de esta nueva droga; que son la glamorosa disquera francesa Kitsuné, en la que están firmados artistas pop y dance pop de renombre como Hot Chip, Phoenix, y Simian Mobile Disco, por mencionar algunos. Y tampoco olvidemos al productor del LP, Alex Kapranos, cuyo renombre como frontman de una banda mainstream también podría influir en la popularidad de esta banda en medios británicos.
El empaque de este nuevo narcótico en sí es una manera sencilla y banal de decir “¡aquí estamos! Y miren qué bien hacemos lo nuestro.” Además del título, la portada misma -un diseño hecho con cerillos comenzándose a prender en llamas- también busca mostrar esa “chispa”.
Adulados por un medio tan importante como NME, se ha propagado la palabra en blogs independientes de que Citizens! sean una banda prometedora. Exactamente qué prometen, no es muy seguro; parecen una banda desechable donde lo rescatable son únicamente algunos momentos. Reflejan la rapidez con la que se vive hoy en día: surgieron “de la noche a la mañana”, y probablemente sean olvidados de la misma manera. Los sentimientos respecto a esta banda y su álbum debut son encontrados; tienen lo que se necesita para ser una banda reconocida -estilo, una canción muy catchy, respaldo de su disquera y productor- pero corren el riesgo de convertirse en una banda de un one hit wonder con “Reptile”. El efecto tan repentino y burbujeante que ocasionó Citizens! probablemente no será buscado por un tiempo prolongado; la primera toma es una experiencia sumamente agradable, pero el bajón puede que sea más fuerte que el clímax del efecto deseado.