Guía universal para escuchar Four Tet y perder la cabeza (sanamente)

Guía universal para escuchar Four Tet y perder la cabeza (sanamente)

four-tet-2016-1500.jpg

A las personas que les gusta la música a tal grado que podría ser considerada una adicción (los music nerd), tienden a tener un gusto, a veces, un poco ortodoxo por catalogar a los artistas dentro de géneros y subgéneros. Esto presenta una practicidad importante al momento de descubrir nueva música. Pero, a veces, cuando llega algún personaje lo suficientemente atrevido –con huevos, pues– como para romper las barreras de los géneros y crear algo nuevo, es sencillo trastornarse un poco porque simplemente no se puede encasillarlo a un género específico. Lo cual lleva a debates en foros de música o en los comentarios del youtube, o hasta la creación de géneros híbridos a lo Frankenstein (como dreampopnowavepostrock).

Por eso al hablar de Four Tet puede resultar altamente llamativo sacar el abanico de géneros, pero la verdad es que se debe de ver a este personaje fuera del albatros de los géneros. Aunque se puede ligar fuertemente con conceptos (como ambient) o artistas (Aphex Twin, para mencionar a uno), para entender a este ecléctico personaje podría resultar más benéfico escapar del nombramiento excesivo de géneros y apoyarnos en los sentidos.

A tu salud, Four Tet.

“Thirtysixtwentyfive” de Thirtysixtwentyfive (1998)

"Thirtysixtwentyfive" fue el primer single que Kieran Hebden sacó como Four Tet en 1998, single que dura 36 minutitos y unos 20 segundos –tráguense ese tamal perros–. Una canción, sí, pero también un viaje laberíntico. Lo que a veces suena como una canción que pondrían en un antro sin bronca luego parece el soundtrack de una peli medio tétrica, para después sonar como pedazos de canciones que alguna vez escuchaste, y repites de vez en cuando en tu cabeza, pero nunca las has vuelto a encontrar. Más allá de el simple hecho de rifarse una canción larga para ser “artístico” o querer lograr algo edgy, Four Tet nos demostró desde el principio de su carrera que la narrativa es importante en su música. Y no como algo lineal, en "Thirtysixtwentyfive" se trata más de una narrativa de texturas auditivas, un conjunto de sonidos e instrumentaciones que suenan tan ligeras como una nube; el momento en que se disuelve un algodón de azúcar en tu boca.

“Lush” de New Energy (2017)

Esta rola es un ejemplo perfecto del porque catalogar a Four Tet dentro de géneros en especifico es caer en lo banal y superficial. Reducir una canción como “Lush” a una simple etiqueta es una grosería, pero ¿cómo describirla más allá de estos? Algo así como una nube, “Lush” suena extremadamente frágil, algo que con el mínimo roce resultaría dañado pero de alguna manera se logra sostener. Los beats, el sonido fuerte de la canción, sostienen los sonidos delicados que produce el hang. Bailar esta canción produce un sentimiento súper extraño, donde el beat te ancla pero el hang hace que te sientas como un cuerpo que flota, que se deja ir con el viento, pero nunca luchando contra este, sino más bien asimilándolo y aceptándolo.

Four Tet Boiler Room London

Boiler Room es una especie de plataforma online donde transmiten sesiones de música en vivo. Empezó en Londres pero ha expandido sus sesiones a todo el mundo. La sesión de Four Tet es una de las mejores, en cuanto a la selección que llevó a cabo y todo el show que traía. Esta sesión demuestra el artista tan completo que es Four Tet, desde las canciones que eligió y cómo, por medio de éstas, crea una atmósfera impresionante, donde el tiempo pierde el valor que le otorgamos y media hora se puede convertir en cuestión de segundos. En cuanto a los visuales, se puede ver que Four Tet se preocupa por que sus presentaciones sean completamente inmersivas, y no solamente estimulen un sentido, lo auditivo, sino que igualmente abarque el campo de lo visual.

“Opus” de Eric Prydz (Four Tet Remix)

Eric Prydz es un DJ que igualmente lleva mucho en el juego. Explotó más o menos por el 2004 por su rola “Call On Me” y hace dos años hizo mucho ruido con “Opus”, single de su primer álbum de estudio homónimo. Esta canción ha ganado mucha popularidad por tener un drop a lo big hall bastante marrano (ya varios DJs en antros mirreyes pinchan esta rolita). Pero el remix de Four Tet toma esta canción y le da un giro completamente distinto: mantiene la espina dorsal de la canción que es el buildup larguísimo, pero abandona el drop big hall por algo mucho más sencillo. En el remix de Four Tet el buildup dura mucho más, hasta llega un punto en que te empiezas a cuestionar ¿llegará esto a algún lado? ¿hay un límite en la velocidad (porque la canción solo parece aumentar)? De alguna manera Four Tet sí juega con uno, haciendo que el drop no se mantenga en la misma velocidad que la melodía ascendiente ni tampoco que suba de bpms, si no haciéndolo considerablemente más lento. Pero mientras que Eric Prydz creó una melodía impresionante y se conformó con volverlo una canción para Tomorrowland, Four Tet tomó “Opus” y le encontró su verdadero potencial, una especie de viaje hacia el interior de uno. El remix de “Opus” es tan bueno justamente porque no te da lo que llevabas esperando que suceda, si no algo completamente distinto y nuevo.

“Peace for Earth” de Pink (2012)

Si las memorias sonaran a algo, probablemente sería a esta canción. Esta canción suena a incontables cosas: memorias, nieve, estar acostado... y probablemente este sea su propósito. Four Tet juega con las texturas y en “Peace for Earth” lleva igualmente una exploración de estas. Nos presenta varios momentos, o etapas, cada uno con su sentimiento. El principio suena como el estar tirado en tu cama, mirando el techo y acordándote de eventos, personas, emociones, pero sin ninguna preocupación o remordimiento, simplemente recordando ciertas cosas. Por el minuto cinco,  se nos presenta una melodía un poco más rápida, que suena a gotas cayendo, y aquí es cuando te levantas y haces algo. A teclear o escribir palabras en un cuaderno y ver cómo estas fluyen una tras otras. Saber que la memoria puede servir tanto como una especie de maldición como una herramienta para la expresión.

“My Angel Rocks Back and Forth” de Rounds (2003)

Aunque en realidad este álbum no suene tanto al trabajo de Four Tet, es uno que vale la pena resaltar. “My Angel Rocks Back and Forth” es un ejemplo de la delicia que es Rounds. Para este álbum, Four Tet se propuso llevar a cabo un LP completo usando solamente samples que llevaba recolectando. En total, el disco tiene unos 300 samples, algunos tan deconstruidos que es imposible trazar su origen. Cada canción es como un collage donde en cualquier momento puede cambiar de manera radical, donde lo lineal es mutilado para darle paso a una experimentación narrativa. De nuevo se muestra el amor de Four Tet por lo efímero, por los momentos o las cosas frágiles. Rounds es justamente esto: una colección de elementos delicados que separados no significan nada pero al ponerlos juntos adquieren valor y se sostienen unos a otros.

Escuchar a Four Tet significa muchas cosas. Significa dejar ir prejuicios y dejarse llevar por la música. Significa abandonar la concepción de que la música es como un fenómeno que se da por parte de un sujeto exterior y que vive solamente fuera de uno, si no considerarla como parte del interior, donde nosotros somos igual de partícipes como el músico que está tocando. Significa cerrar los ojos, y ya.

Four Tet se estará presentando este sábado 7 en el Festival Ceremonia, junto a actos como Beck y King Krule.  Te dejamos aquí su página de Facebook y Twitter para que cheques la info del evento y la compra de boletos.


Encuentra a Santiago Gómez en Twitter como @x666nox.

Marginalidades: un acercamiento a la propuesta musical de Tayhana

Marginalidades: un acercamiento a la propuesta musical de Tayhana

Jessica Jones y el superpoder de ser mujer

Jessica Jones y el superpoder de ser mujer