A pesar del incremento de fuerzas armadas, la inseguridad sigue en aumento
Durante los últimos tres sexenios el número de agentes armados en las calles del país se ha incrementado significativamente. Sin embargo, y a pesar de la aprobación de la población, los niveles de violencia, de violaciones de derechos humanos y de impunidad siguen en aumento de acuerdo con el Programa de Seguridad de Ia Ibero y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
El 31 de enero, la Universidad Iberoamericana atestiguó la presentación del informe “La Guerra Interiorizada: De los crímenes internacionales a la vida Pública en México”, creado por el Programa Seguridad Ciudadana y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH). Este estudio abarca datos desde el 2006 hasta el 2021 sobre crímenes graves cometidos por las instituciones de seguridad de México.
Al acontecimiento asistieron algunos miembros de la organización, entre ellos Lucía Chávez, la directora ejecutiva del CMDPDH, y Lisa Sánchez, directora general de México Unido Contra la Delincuencia.
La tercera entrega de este informe busca encontrar a los responsables que ejercen cualquier tipo de vulneración a los derechos humanos. Asegurando que ya no les sirve nombrar a una institución, sino que ahora se busca apuntar de manera directa a quienes ejercen las violaciones de derechos humanos.
En “La Guerra Interiorizada: De los crímenes internacionales a la vida Pública en México” se resalta que desde hace tres sexenios la militarización se ha visto incrementada y con ello la violencia. Itzel Coca, autora del informe, narró que en el sexenio de Felipe Calderón más de 50,000 efectivos militares salieron a las calles para acabar con problemas de inseguridad, sobre todo relacionado con las bandas de crimen organizado. Hoy después de dos sexenios y con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador esta cifra ha aumentado hasta los 190,699 efectivos militares. Lo más destacado es que en vez de rebajar los niveles de violencia en las calles de México esta se ha visto incrementada.
Los y las ponentes explicaron que hay tres tipos de violencia que ejercen desde los estados e instituciones de gobierno hacia aquellos sin un cargo de poder: la detención arbitraria o secuestro, la tortura y el asesinato.
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Jorge Lule, otro de los autores del informe, explicó que México ya superó la barrera de las 100,000 personas desaparecidas. A pesar de ser unos datos que asustan, Lule aseguró que para una parte de la población es importante que servicios militares estén al servicio de la ciudadanía en las calles del país, esto para algunos representa un honor y orgullo. Sin embargo, Jorge junto al equipo del CMDPDH, asegura que para otra parte de la población significa una privatización de la libertad.
En cuanto a la violencia ejercida en forma de tortura, Itzel Coca comentó que hay diferentes maneras de emplear la tortura hacia las personas y que esta también depende del género. Confirmó que las mujeres suelen sufrir más la tortura psicológica, mientras que los hombres suelen padecer más la violencia física y sexual.
La última práctica de las violencias por parte de los estados, instituciones o bandas de crimen organizado son las del asesinato. Según los datos del informe habría unas 453 víctimas que estarían relacionadas con la violencia ejercida por parte de los estados y el crimen organizado. A pesar de que se contabilizan de manera diferente los miembros del Programa Seguridad Ciudadana y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, aseguran que todas estas prácticas están relacionadas y que si hay la ejecución de una de ellas seguramente estén relacionadas con las otras. Es decir, un asesinato seguro que ha sido la consecuencia de una detención arbitraria, seguida de la tortura.
Antes de la ponencia de Lisa Sánchez, directora general de México Unido Contra la Delincuencia, tanto Jorge como Itzel aclararon que la unión de estas tres violencias se denomina como crimen estatal, que a veces, dependiendo el nivel de gravedad puede ser denominado como crimen de guerra. Ante estas declaraciones, Sánchez remarcó que los crímenes no ocurren de manera casual, si no que siempre vienen precedidas por un motivo.
Lisa reflexionó sobre el papel que estaba tomando la militarización dentro del país con datos que reflejaban que, incluso en los momentos más duros de la pandemia, el presupuesto de la SEDENA no se vio afectado en ningún momento, mientras que otros sectores como el de la Sanidad sufría para poder salir adelante.