El Estudio Jorge Marín convocó a un concurso con el propósito de promocionar la exhibición de Diacronías del escultor Jorge Marín. Por medio de redes sociales, se invitó a cualquier persona sin límite de edad a que hiciera una fotografía de alguna de las siete esculturas que se encontraban alrededor del Parque La Mexicana.

Sandra Benito, la directora de proyectos del estudio Jorge Marín, comenta que el concurso se hace en todas las exposiciones y es otra forma de interactuar con las esculturas de Jorge Marín. Pues al tenerlas en el espacio público, las personas pueden interactuar con ellas. Añade que las esculturas son muy especiales porque “las puedes tocar, te puedes subir en ellas, algunas se mueven. Tiene toda esta idea contraria al ‘no se toca’”.

También se contó con la participación de Itziar de Luisa, la presidenta de colonos, quien compartió una historia acerca de la cercanía de las esculturas con las personas. Contó que muy temprano, la mañana siguiente que se colocaron las obras en el parque, un hombre que iba a correr a La Mexicana se quedó impactado con las obras, pues un día antes no estaban ahí, y después de selfies y algunas fotos siguió adelante con su camino pero volteando hacia atrás “casi como si fuera un sueño”.

Sandra Benito, así como Itziar de Luisa, hicieron la entrega de los premios a les ganadores.

Primer Lugar
Aarón Figueroa, escultura elegida Balsa Tierra.

Ganador de la obra gráfica Veintidós, 2017 de 56x38 cm

Él hace una relación entre la palabra diacronía y la evolución de la escultura, según el texto escrito por Jorge Marín acerca de la escultura, Balsa Tierra. Le gusta el contraste de la escultura que ve hacia los edificios y la libertad de poder viajar. Y añade, en una entrevista con Ibero 90.9: “Me gusta ver la figura como si cobrara Diacronías, un sentido de evolución en el que el ser humano es fácil de corromper, y si fuera el caso, por qué contentarse con un medio, cuando puedes tenerlo todo”.

Segundo Lugar

Enrique Calderon, escultura elegida Tierra en Cubo.

Ganador de la obra gráfica Perro y hombre, 2018 de 41x41 cm

Después de elegir su escultura, cuenta que se iba muy desanimado porque no encontraba ese factor interesante en sus fotos; sin embargo, cuando se retiraba del parque, el cielo se puso de un tono rojizo y pudo capturar el momento. Añade no se había dado cuenta de los patos volando hasta tiempo después en la correción de color de la foto.

“Todo el mundo es un universo, y como el arte lo dice: es subjetivo. Entonces, todo el mundo tiene un significado. Realmente el pensamiento de uno siempre será único y personal”.

Tercer lugar

Harumy Herrera, escultura elegida

Ganadora del libro Alas de la ciudad, diez años, 2021.

Harumy nos contó que un día antes de la convocatoria estaba paseando con una amiga. Durante este paseo le llamó la atención un enfoque dentro de los pies de la escultura, y decidió tomar una foto con el celular de su amiga porque Harumy no llevaba el suyo. Días después se entera de la convocatoria y decide entrar al concurso con la única fotografía que tomó.

“Fue una foto hecha para mí, la quería guardar, la expresión del rostro y cómo se sentía atrapada la persona, a pesar de que la escultura representa equilibrio. Su expresión facial, desde ese ángulo, representó algo que yo ya había sentido”.

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