Freddie Mercury: una leyenda que sigue transformando el siglo
Imagina que al llegar a casa entras a tu habitación y pones algo de música. Notas que tu cuerpo te exige una nota diferente, buscas en tu celular y de repente suena “These Are The Days Of Our Lives” - Queen, te levantas del asiento y comienzas a bailar como Freddie Mercury, y recuerdas que hasta el espectro sonoro más sencillo libera dopamina en tu cuerpo para así mantener la tonada dentro de tu mente hasta por lo menos tres días después.
La mente utiliza los recuerdos como estimulante para asociar los sonidos con grabaciones o fotos de tu artista favorito, recurres a internet y el buscador te recomienda asistir a una galería en la que verás el trabajo del fotógrafo Mick Rock, una de las personas capaces de tener consigo una serie de pigmentos que describen un poco la vida de los integrantes de una banda que marcó la historia: Queen.
El pasado 5 de Abril, el Foto Museo Cuatro Caminos fue testigo de una exposición del trabajo de Mick Rock, el icónico fotógrafo que con su cámara pudo mostrar al mundo que Queen era una banda iba más allá de los simples acordes, pues eran un grupo al que realmente le interesaba componer y compartir con el mundo la música que revolucionara el mercado.
El Foto Museo se convirtió en un espacio lleno de música, comida y bebida que congregaba cientos de amantes de Queen donde las paredes exhiban los pigmentos màs impresionantes que retrataban a los miembros de la banda: Freddie, Brian, Roger y John.
Los asistentes formaban filas para acceder a un espacio donde podían tomarse fotografías portando la capa y la corona que caracterizan a Mercury, mientras que algunos otros esperaban con ansia ver en persona a Mick Rock para pedirle un autógrafo sobre sus artículos de Queen.
Todos en la galería eran parte de un mismo acorde mientras cantaban y disfrutaban de las canciones de Queen hasta que se dio el anuncio que muchos esperaban; Rock tomó su lugar en la galería para comenzar a autografiar los artículos de los asistentes.
Tiempo después, sin que nadie lo esperara, una persona caracterizada como Freddie llegó al Museo, provocando que todos se tomaran fotos con él sin olvidarse de la fila que aguardaba su momento con Mick Rock, quien pasadas unas horas tomó un breve descanso. Pasados unos minutos la gente comenzó a corear “Ay Oh!” para llamarlo. Una ves regresó se le veía más relajado, sonriente y dispuesto a firmar todos y cada uno de las reliquias de los asistentes.
De esta manera culminó la velada que hizo recordar lo mejor del Rock y mostró el verdadero talento de un fotógrafo apasionado por su trabajo.