New Order para que nuestros corazones nunca se vuelvan fríos
A pesar de la lamentable calidad de sonido del escenario Corona Light, la banda británica New Order dio una vez más una cátedra de resilencia ante la adversidad.
A comparación de su presentación en este mismo Festival hace seis años, esta vez fue “Singularity” la canción encargada de abrir la plaza, para continuar con “Regret” y poner en jaque a los asistentes ansiosos por sacarle brillo a la pista, pero imposibilitados por la falta de espacio derivados de un mal acomodo del escenario. Aún así, temas como: “Bizarre Love Triangle”, “Crystal”, “The Perfect Kiss” y “Blue Monday” habilitaron una especie de sinergia entre el público que con el paso de la noche, bailó, cantó, gritó, pudo tener (o no) revelaciones existenciales, y básicamente vivir ese momento al unísono.
Mientras el reloj se acercaba hacia la hora final de su presentación, fue imposible no sentir un dejo de nostalgia que se complementó con las primeras notas de “Temptation” casi por serendipia. Y antes de abandonar completamente el escenario (y nomás por no dejar), New Order tocó “Love Will Tear Us Apart” como encore, mientras una foto de Ian Curtis se proyectaba en el fondo y nuestros corazones y cuerpos destrozados anhelaban ya su pronto regreso a tierras mexicanas.