Esto es todo lo que diremos sobre el cuidado de tus oídos (ahí tu sabes)
¿Alguna vez has notado un zumbido al final de una noche de fiesta? Ya sea que salgas con tus amigos a un perreo “para desestresar el cuerpo y la mente”, o que venga tu artista favorito y te plantes en la primera fila a un lado del PA, que en el festival del fin de semana en curso te tocó estar justo al lado de las bocinas, o simplemente decidiste subir descuidadamente el volumen de tu canción favorita mientras usabas audífonos para escucharla...porque, sí. Todas esas veces has expuesto tus oídos a fuentes sonoras muy fuertes y prolongadas que causan estrés y cansancio en tu oído interno. Así que a partir de ahí, si te zumban los oídos: o alguien habla mal de ti, como pensaría tu abuelita, o estás causando un daño irreversible en tus oídos.
El oído interno contiene más de 30,000 células ciliadas. Son pelitos suspendidos en un canal acuoso que captan las frecuencias y las convierten en señales eléctricas, las cuales serán interpretadas por el cerebro como sonido. Al exponerte a decibeles altos, las células ciliadas se estresan y se ablandan, así que dejan de tener su dureza característica que les permite interpretar bien las frecuencias. Cada que estás en un concierto, o escuchas a todo volumen una canción con tus audífonos, desgastas esa condición. De alguna manera, por cada noche de diversión, pagas un costo irreversible en tus oídos.
Según la Organización Mundial de la Salud el oído humano tolera hasta 55 decibeles sin causarse ningún daño. Dependiendo del tiempo de exposición, los ruidos mayores a los 60 dB pueden causar malestar. El umbral del dolor del oído humano está situado en los 120 dB. Para que logres construirte una idea: un avión de reacción emite una cantidad de 150 decibeles durante su despegue y el motor de un cohete espacial genera un total de 180 dB de ruido.
En un bar, un antro, un club nocturno, un festival de música o un concierto los niveles medios de ruido oscilan entre los 104 dB y los 112 dB. Para la OMS, el tiempo de exposición del oído humano a dicha cantidad de decibeles solo es seguro si no rebasa los 15 minutos. Según la misma fuente, el nivel máximo de decibeles a los que puedes estar expuesto sin correr ningún tipo de riesgo es de 85 dB a lo largo de 8 horas. Haz la cuenta.
Ahora, considera lo siguiente: 15 minutos de música a 100 dB –que corresponden aproximadamente a los de un concierto o un festival– son equivalentes a la jornada de 8 horas de un trabajador industrial en un entorno sonoro de 85 dB.
Con todo esto, la OMS ha concluido que más de 43 millones de personas entre 12 y 35 años sufren ya pérdidas auditivas discapacitantes en “países desarrollados”.
Al hablar de esto no queremos que se acabe la música, sino todo lo contrario. Hace falta promover prácticas saludables y seguras en los espacios de ocio y entretenimiento en nuestro país y en el mundo. Los riesgos a los que te expones al escuchar música muy fuerte podrían parecerte –o no–exagerados, pero lo cierto es que existen. En un caso muy extremo de exposición riesgosa podrías desarrollar una condición irreversible: el tinnitus.
El tinnitus es el daño de las células ciliadas que, cuando mueren, no son capaces de regenerarse, dando lugar a una inminente pérdida auditiva. Es famoso porque uno de sus síntomas es el escuchar un zumbido agudo y sordo, acompañado de la sensación de tener los oídos tapados. Sin embargo, en términos generales, la percepción del tinnitus es subjetiva.
Dependiendo del nivel de afectación el zumbido característico puede ser temporal o permanente, también puede percibirse como un giseo o clickeo. Cuando el tinnitus es constante, la probabilidad de que ya exista una pérdida auditiva es alta. No existe una sola causa para desarrollar esta condición, pero las causas más comunes son:
La pérdida auditiva relacionada con la edad: al llegar a los 40 años, una persona puede desarrollar tinnitus vinculado con la pérdida natural de la capacidad auditiva
La exposición a fuentes sonoras muy fuertes: mismas que ya hemos explicado.
La irritación del tímpano debido al cerumen o el crecimiento irregular de los huesos del oído.
El desgaste tanto natural como irresponsable de nuestros oídos es un problema del que se escucha poco (LOL), pero es importante conocer los riesgos para tener un buen cuidado. A menos que seas rico y quieras prótesis biónicas –que en teoría no suenan mal–, lo mejor es que intentes exponerte de la manera menos arriesgada a los sonidos de alta intensidad.
Proteger tus oídos es sencillo: limita el volumen de la música que escuchas con audífonos y utiliza tapones auditivos en los conciertos, te sentirás mucho mejor.
En Ibero 90.9 tenemos tapones para proteger oídos de los altos decibeles en los festivales. Búscalos durante el NRMAL con nuestro staff o en el stand de La Roma Records.
Diviértete mucho y que no pare la música.