Escribir lo entrañable y desgarrador: Entrevista con Miriam Toews
¿Cómo acompañar a alguien que no quiere seguir viviendo? ¿Cómo narrar esta experiencia?
La escritora canadiense Miriam Toews nos permite adentrarnos a estos cuestionamientos en su novela Pequeñas desgracias sin importancia, recientemente traducida al español por Julia Osuna Aguilar y publicada por la editorial Sexto Piso.
En el marco del Hay Festival 2022, en Ibero 90.9 tuvimos la oportunidad de platicar con Toews, quien nos compartió la experiencia que la llevó a escribir este libro:
“Es una historia autobiográfica, está basada en mi historia personal, la de mi hermana y su enfermedad mental […] Mi padre sufrió de trastorno bipolar, así como mi hermana y ambos se quitaron la vida. Es por eso que la idea del suicido, del dolor psíquico, es un tema central en mi trabajo, es algo sobre lo que tengo muchas preguntas todavía”.
En el libro conocemos a las hermanas Von Riesen: Elfie, una famosa pianista que padece una severa depresión, y Yolandi, la hermana menor que intenta lo imposible por empujar a su hermana lejos de la muerte, por mantenerla con vida.
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Al preguntarle sobre la importancia de escribir acerca de salud mental, Toews mencionó que en su país sigue siendo muy difícil acceder a ella, debido al estigma social que permea los padecimientos y las enfermedades mentales. No obstante, la autora expresó que para ella la literatura ha sido una vía muy valiosa para tratar estos temas y lograr conectar su experiencia con la de otras personas:
“Para mí, escribir ficción es simplemente la forma natural de tomar mis sentimientos y experiencias personales y construir historias. Eso es lo que necesito para mantenerme cuerda y conectar con otros seres humanos, para ser parte de esta necesaria conversación, aún cuando sea con lectoras y lectores que no conozco”.
Esta escritora, quien pasó parte importante de su juventud dentro de una comunidad menonita, encontró en la literatura una posibilidad de hablar sobre todos los aspectos humanos, tanto positivos como negativos:
“Provengo de una comunidad donde existen reglas muy rígidas para las mujeres, entonces para mí nunca había sido posible pensar en ser escritora. Ya en la preparatoria comencé a leer libros de grandes clásicos, como Virginia Woolf o Dostoyevski, que me asignaban y que fueron los que me abrieron el mundo. Fue así como me di cuenta de que eso era lo que las personas hacían: contar historias, escribir sobre cosas, sobre problemas. Una buena escritura para mí se trata de lo que es ser humano, no se trata de respuestas, sino de problemas. Me di cuenta de que podemos más fácilmente acceder a la verdad a través de la ficción y fue en ese momento cuando empecé a escribir”.
Pequeñas desgracias sin importancia es un libro entrañable al mismo tiempo que desgarrador. A través de él, Toews nos da cuenta de lo valioso de la escucha y de la palabra, de lo valioso de acompañar y sentirse acompañada.
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