¡Es oficial!: 23 años de prisión para Weinstein
La denuncia contra el productor de cine Harvey Weinstein, que encendió el fenómeno de denuncia contra el acoso sexual (#MeToo) hoy llega a una resolución judicial. El veredicto efectivo fue un total de 23 años en prisión, 20 años por el cargo de acto sexual penal en primer grado y tres años por violación en tercer grado.
En otoño de 2017 la actriz estadounidense Rose McGowan acusó a Weinstein de violarla. A partir de esta acusación, se desencadenaron acusaciones públicas que derivaron el movimiento #MeToo.
Meses antes, el sistema judicial lo encontró culpable de dos cargos de las cinco acusaciones que se habían presentado en su contra. Dentro de los cargos que fueron descartados se encuentran dos de los más graves de agresión sexual depredadora, que de haber sido aceptados este 11 de marzo, se podría haber declarado la cadena perpetua en contra de Weinstein.
En un tribunal de Nueva York, Miriam Haley y Jessica Mann dieron su testimonio durante la sentencia. Recordemos que el pasado febrero de este año los jueces aceptaron como cien por ciento fidedigno el testimonio de Miriam Haley.
A lo largo de este proceso judicial y en toda la trayectoria aún presente de los movimientos #MeToo, se ha cuestionado y abogado que este tipo de denuncias “al aire” le niegan al acusado el derecho a un debido proceso de justicia, este ha sido el principal enemigo de las denuncias públicas de violencia sexual. Y a pesar de que esta visión se encuentra completamente ciega ante la gran posibilidad positiva del anonimato y de las denuncias “informales”, casos como el del juicio de Harvey Weinstein ayudan a poner más peso en la balanza a favor de este movimiento. Sin embargo, hay que tener en mente que este caso goza de la completa atención de las cámaras y los micrófonos, hay que plantearnos cómo funcionan estas dinámicas de acusaciones en otros contextos no tan privilegiados.