El universo paralelo de Gorillaz
Se cumplen veinte años desde la primera edición del festival emblema de nuestro país, en los cuales ha tenido un crecimiento descomunal y cambios en todo sentido. El de nombre completo “Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino”, por definición alojaba únicamente talento de habla hispana, pero desde hace algunas ediciones se han integrado actos anglosajones. Este hecho causó disgusto y las críticas no se hicieron esperar, el reclamo colectivo se concentró en la pérdida de identidad de un discurso que era claro. Pero el “mal necesario” le vino bien a la organización y, además de ser aceptado con el tiempo, terminó por darle mayor fuerza.
Actos de la talla de Arcade Fire, Nine Inch Nails y The Chemical Brothers, entre otros, han alineado el festival —con estos nombres como no aceptarlos— con épicas presentaciones que marcaron nuestra memoria. El Vive Latino ha resultado ser vitrina para que los ojos del mundo vean nuestro país y más bandas de tal importancia hagan espacio en sus agendas para dar paso por tierras aztecas. Tal es el caso de Gorillaz que, este año, junto con Morrisey y QOTSA, serán uno de los grandes invitados para celebrar la decimonovena edición del festival y que sin duda debemos ver. Por su parte, el cuarteto virtual llegará por segunda vez, dieciséis años después de su primera visita con la gira de su álbum debut, en lo que fue una presentación que curiosamente estuvo repleta de familias y niños. Pues claro, las caricaturas fueron las protagonistas.
Conocemos a Damon Albarn, actor intelectual de Gorillaz, por ser un músico con talento de sobra, ávido de explotarlo en cuanto proyecto se le presente. Como productor, compositor, cantante —o todas las anteriores—, también resultó ser un visionario que encontró la mejor manera de llegar a más público a través de un mundo poco explotado en el ámbito musical, el de los dibujos animados. Albarn, a través de cuatro seres inanimados creados por el artista de cómics Jamie Hewlett, —y mente maestra de la banda—, le dio vida a un universo que ha sido conceptualizado en los videos musicales y otras tantas historias que han aparecido durante su creación desde 1998, protagonizadas por su vocalista 2-D —alter ego de Damon—, Murdoc Niccals en el bajo, que fue inspirado en Keith Richards; la guitarrista adolescente de origen japonés Noodle y Russel Hobbs, percusionista afro-descendente que personifica el hip-hop. El mensaje es evidente: una banda intercultural gustosa de mezclar diversos sonidos, incluyente en género y sin discriminación racial.
Gorillaz estrenó su álbum debut bajo el mismo nombre en 2001 con el primer sencillo Clint Eastwood en colaboración con Del the Funky Homosapien, quien le dio voz al fantasma rapero del video. La apuesta por las colaboraciones comenzaba a ser evidente, pues es bien sabido que la banda no sólo se trata del frontman de Blur, en una extraña faceta de desahogo musical, sino que el talento del mismo también le da para elegir las voces de sus canciones con personajes perfectamente bien seleccionados. Desde aquellos que permanecían en el anonimato antes de su llamado, hasta aquellos grandes que han hecho historia en la industria musical. Pero esto fue aún más evidente en su tercer disco Plastic Beach (Parlophone, 2010). No cualquiera se da el lujo de alinear a talentosos como Paul Simonon y Mick Jones de The Clash, y el legendario Lou Reed, en un disco para compartir con otros que hacen música desde otras aristas como son los raperos De La Soul y Snoop Dog, y la representante del pop Yukimi Nagano. La larga lista de colaboradores no concluye ahí, Humanz (Parlophone, 2017) que marcó el regreso de los monos después de 7 años de The Fall (EMI, 2010) —cuarto material producido únicamente con un iPad durante la gira del Plastic Beach y que fungió como un obsequio de navidad—, cuenta con participaciones de Vince Staples, Kelela, Kali Uchis, entre otros tantos, pero lo que llamó la atención fue la de Noel Gallagher, quien simbolizó un llamado de paz en la lucha por la hegemonía del britpop en los noventa.
La importancia de los personajes ha cobrado mayor protagonismo con el paso de los años, de ser solo unos personajes ficticios de los videos, a cobrar vida para ser embajadores de marca o hasta voceros de campañas, como lo fue Noodle para enaltecer el talento femenino en la industria con una playlist curada por ella. Todo esto es Gorillaz, un mundo fantástico que está inmerso en nuestro cotidiano, o mejor dicho, un universo ficticio del cual todos somos parte, y seremos testigos este domingo durante su presentación en el escenario INDIO.