En México existe más de una moneda. Se trata del Túmin, una moneda alternativa. El significado de la palabra es de origen Totonaca, y se traduce como “dinero”. Su historia remonta al año 2010, cuando investigadores de la Universidad Veracruzana Intercontinental (UVI), ubicada en el Espinal, determinaron que los mercados en comunidades rurales se estancaban porque no se fomentaba la economía local, cuya causa yacía en la incapacidad de competir con gigantes transnacionales. También se concluyó que la falta de dinero amenaza al comercio.

Los principios del Túmin son: confianza, solidaridad, ayuda mutua, autonomía, libertad, honestidad y trabajo. Funciona como una moneda de trueque, cada unidad tiene el valor de un peso, y no lo reemplaza, sino que se puede pagar por lo menos el 10% del costo de un producto. Por ejemplo, si un producto cuesta entre 11 y 20 pesos, el mínimo de Túmin que se puede utilizar es 2.

El elemento de trueque yace en que no se vende, se intercambia, y solamente se puede solicitar si tienes algo que vender o un ofrecer un servicio a la comunidad, y es posible recibir la moneda como cambio, pero sólo para intercambiarlos una vez más. Existe además un equipo coordinador que imprime ediciones para cada 100 participantes. El resultado es que se gasta menos, y además los usuarios de la moneda buscan realizar compras con otros tumistas, lo cual resulta en un fomento de consumo de productos locales, y una economía e intercambio solidarios.

El Túmin enfrentó controversias, el Banco de México denunció a los creadores de la moneda ante la PGR, argumentando que el derecho de acuñación de moneda solamente corresponde al Estado según la constitución. Finalmente, el caso fue descartado, ya que no busca reemplazar a la moneda tal cual, sino fomentar el intercambio y la economía local. La moneda “no es para hacer negocios, sino para satisfacer necesidades.” Para los tumistas , la moneda es una manera de mejorar el día a día y de ser solidarios con su comunidad, fortaleciendo el sentido unión dentro de ésta.

Finalmente, esta nueva moneda, es una manera de contrarrestar medidas económicas que resultan de dudosa eficacia, al tiempo que representa tradiciones de nuestro país. El Túmin actualmente cuenta con afiliados en 16 estados del país. Si en algún momento ves un letrero que dice “Se aceptan Túmins”, se trata de un establecimiento buscando ayudar a su comunidad, con una moneda que no es para acumular, sino, para circular.