"En ese instante, ellos todavía están sonriendo, haciendo planes y soñando apasionadamente, todavía idealizando sobre plantar un jardín y construir una casa —y todavía no saben que son sus últimas horas de vida en la tierra. ¿Cuál de ellos fue destinado a la muerte? ¿Cuál foto estará en el obituario del periódico de mañana? ¿Cuál madre pronto estará llorando? ¿Quien tendrá su mundo destruido bajo el peso de la pérdida?"

Isaac Rabin

El pasado 14 de mayo, día en el que se inauguró la Embajada estadounidense en Jerusalén, varios palestinos se levantaron a marchar, una vez más, con el fin de demandar su derecho de regresar a las tierras de las cuales fueron desplazados en 1948. Estas marchas que han estado sucediendo a lo largo de los años forman parte de un gran movimiento conocido como “Marcha del gran retorno”. Como respuesta, Israel atacó la franja de Gaza, ocasionando la muerte de 62 palestinos y aproximadamente 2,500 heridos. De todos los ataques perpetrados en la frontera de la Franja de Gaza, este es conocido como el peor desde 2014.

Desde el punto de vista palestino, los desplazamientos ocurrieron para poder otorgarle un territorio al pueblo judío. No es el hecho de mover una embajada lo que genera más controversia, sino que dichos desplazamientos fueron apoyados incondicionalmente por Estados Unidos.

En estas tierras, el odio está enraizado en las identidades que se contraponen desde generaciones pasadas. A lo largo de los años, la existencia de Israel, los malentendidos de las autoridades palestinas y la mala comnicación, han costado la vida de miles de personas; sus casas, sus historias, su pasado y sus familias, les han sido arrebatadas de un instante a otro.

Por otro lado, está la visión de Israel y sus aliados, quienes culpan a los palestinos por no aportar solución al conflicto, al no aceptar ni reconocer que el territorio es un Estado legítimo llamado Israel.

Indudablemente, existen más de dos narrativas acerca del conflicto entre árabes e israelíes, donde siempre se culpará al ‘otro’ por la ocupación de dicho territorio, que es simbólicamente muy importante para ambas partes.

Actualmente, no existe un Estado palestino, por lo que Israel ha ocupado aún más territorio, aislando y radicalizando a la contraparte.

En Cisjordania, gobierna la Autoridad Nacional Palestina (ANP), mientras que la Franja de Gaza está controlada por Hamas, grupo que es considerado terrorista para algunas naciones como Estados Unidos, mientras que otros como Turquía lo reconocen como un partido político legítimo. Aquí es donde se cuestionan las ideologías occidentales y las noticias vendidas por los medios. Es necesario mencionar que Hamas es financiado por enemigos de Israel. A pesar de que pone en riesgo la integridad del Estado israelí, no se justifican las acciones que están tomando contra los palestinos. La deshumanización que se vive en ambos lados de la frontera es preocupante.

En caso de que les interese conocer un poco más a fondo la historia, recomiendo ampliamente el libro War without end por Anton la Guardia.

El pasado 21 de diciembre, Yemen y Turquía convocaron a la Asamblea General de las Naciones Unidas a una sesión extraordinaria contra la polémica decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. En dicha resolución, 128 Estados miembros votaron contra el reconocimiento, 35 se abstuvieron (entre ellos México) y 8 apoyaron a Estados Unidos.

A pesar de la gran derrota que Estados Unidos enfrentó, al fin llegó la fecha tan esperada para el gobierno israelí: su principal aliado ubicado del otro lado del charco movió su embajada a Jerusalén, seguido de Guatemala y Paraguay. Hasta ahora, países como Turquía, Sudáfrica, Irlanda y Bélgica han mostrado su inconformidad por medio de protestas diplomáticas, retirando a sus embajadores o expulsando a los representantes de los Estados involucrados.

El cambio de embajadas a Jerusalén ha logrado lo que se creía imposible: complicar aún más el “conflicto sin fin”, retrasando la paz en la región.

Indudablemente, debemos de recordar que, a pesar de los intereses nacionales, hay incontables refugiados palestinos que no tienen casa, judíos que quieren paz, familias separadas y gente que sufre por las inconscientes decisiones de sus líderes. No se pueden ignorar a esos palestinos que viven en territorio israelí que siguen siendo desplazados, ni a los israelíes que se han visto forzados a vivir en territorio Palestino ocupado por su gobierno. La comunidad internacional ha buscado diferentes maneras de reconciliar a ambas sociedades, con la esperanza de que algún día puedan convivir de manera respetuosa y en paz a pesar de sus diferencias.

Escultores, 2006. Face2Face. Artista: JR — *Escultores*, 2006. Face2Face. Artista: JR

Monjas en acción. Muro de separación, lado palestino. Belén 2017.

En 2007, el artista JR lanzó, en colaboración con Marco, el proyecto de exhibición fotográfica ilegal más grande del mundo: Face 2 Face. Ambos artistas viajaron por Israel y Palestina observando, analizando y fotografiando las diferentes identidades encontradas en esas tierras. El proyecto consistió en capturar imágenes de ciudadanos —tanto palestinos como israelíes y católicos—, que se dedicaran a la misma profesión. Estas fotografías fueron proyectadas en muros que separan territorios habitados por las diversas identidades, con el fin de fomentar la tolerancia y demostrar que las diferencias y similitudes físicas no crean una cultura de odio.

Por otro lado, hay influencers como Nas Daily, quien ha buscado neutralizar dicho conflicto desde su posición como israelí y palestino. Ayer publicó un video en el cual deja claro cómo él no puede escoger un lado u otro, debido a que ambas narrativas están haciendo algo mal y siempre que se toman decisiones, hay vidas de por medio.