El polirítmico viaje que nos dejó el Soul Fest
Fotos: David Segundo
El auditorio Blackberry se vistió de verde, amarillo y rojo el pasado 1 de diciembre gracias a las festividades del Soul Fest, evento que electrizó los sentidos de los espectadores con notas melódicas que sirvieron de muestrario para lo más fino del reggae, dub, funk y rock.
El acto contó con la participación de talento nacional e internacional, donde lo más relevante del cartel fueron los actos de The Original Wailers, banda original de Bob Marley, con la participación especial de Quique Neira, Easy Star All-Stars, Natty Congo Crew, Desorden Público, entre otras.
Además de las guitarras, baterías y micrófonos, el ambiente también era de hermandad. Así, los asistentes se dieron el tiempo para convivir antes de que arrancaran los actos, compartir la pasión de los sonidos envolventes del reggae con aquel humo alucinante y echarse algunos sorbos de chela.
Sin más, The Original Wailers comenzaron de la mano de Quique, quienes inmediatamente encendieron las emociones del público con rolas poderosas para gente extasiada. Un cover del cantante mexicano Luis Miguel, “Culpable o No”, se manifestó gracias a la re-versión a cargo de Neaira. Todos abrazados comenzaron a cantar la melodía por la entrega apasionada de la canción. Inmediatamente los Wailers tomaron poder en el escenario, notas descapotables que dieron la bienvenida a las rolas más finas del ya difunto Bob Marley.
Las cosas tomaron su curso. Desorden Público, como su nombre lo describe, cautivó a los escuchas y consiguió que todo se convirtiera en caos melódico al ritmo de ska. Un baile que unió a todo un foro para cantar a todo pulmón sus más grandes éxitos y de esa manera, transportarnos en una nave que viajó por el tiempo.
Las horas pasaron y como en todo acto, existe un final. Lo más esperado de la noche llegó con los Easy Star All-Stars, quienes tomaron posesión del escenario y a los espectadores. Las batacas sonaron y de inmediato todos comenzaron a bailar y corear sus exquisitos clásicos. Gran parte del Dark Side of the Moon de Pink Floyd retumbó en el Auditorio.
“Money” comenzó a sonar, un espectro sonoro que te vuela la cabeza. The Beatles también regresó en el tiempo en forma de dub de la mano de los Easy, para cantar “She's Leaving Home”. Un noche que contó con convivencia psicodélica, pero para otros, fue el inicio de una revolución a través del reggae, recientemente nombrado Patrimonio de la Humanidad.