Una soleada mañana de domingo… día de plaza y compras, algo ocurre a las puertas del tradicional mercado Hidalgo en Guanajuato. El Manifiesto de las nubes convoca a la imaginación.
“Creemos que las nubes son para soñadores y que su contemplación beneficia el alma…”, dice el texto de Gavin Pretor—Piney fundador de la Cloud Apreciattion Asociety.
Distintos manifiestos, como el Comunista o el Estridentista, aquel grupo literario mexicano integrado entre otros escritores por ´Manuel Maples Arce y Rubén Salazar Mallén, se leen en distintos espacios públicos de la ciudad de Guanajuato a lo largo de la celebración del Festival Cervantino. Se trata de que las palabras y las reflexiones que animaron a grupos artísticos o de carácter político sean escuchados por las personas que transitan por calles y lugares de esta ciudad. Una singular provocación.
Este mercado, uno de los lugares emblemáticos de Guanajuato, es obra del arquitecto Ernesto Brunel inaugurado por Porfirio Díaz el 16 de septiembre de 1910. Su estética corresponde a la del afrancesamiento de entonces. Pero hoy todo es distinto en voz de Mariana Rodríguez y Monse Vargas escuchamos sobre la volátil belleza de las nubes.
“Pensamos que las nubes son la poesía de la naturaleza y el más igualitario de sus despliegues…”
Los prodigios del arte y la palabra poética se multiplican entre las personas reunidas a las puertas del mercado quienes miran con asombro lo que ocurre. Se trata de un involuntario performance en donde lo mismo participan los colegas reporteros gráficos, que los de la tele con sus cámaras. Todo resulta el arte involuntario del azar.
Las lectoras son estudiantes de teatro convocadas de emergencia para suplir la ausencia de quienes no pudieron acudir a la cita. Más de alguno de los integrantes del público de esa mañana dobló la esquina a la izquierda cuando por rutina todos los días camina derecho. Todo ello provocado por las nubes y su incierto destino en esta soleada mañana.
“Así pues, declaramos ante todo aquel que quiera escuchar: alza la vista, maravíllate ante su efímera belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes”.