El documental 'Bosque de niebla', retrato de un futuro posible

¿Cómo educar a tu pequeña hija en un mundo donde sus habitantes son cada vez menos humanos? Mónica Álvarez, directora de Bosque de niebla , afrontó su maternidad mientras filmaba este documental que retrata de forma muy respetuosa a una comunidad auto sustentable de Veracruz, en donde la equidad y el humanismo son pieza clave. La cooperativa “Las Cañadas” guarda un ecosistema en riesgo, el Bosque de niebla, en el cual nos adentramos al observar su flora y fauna, mientras escuchamos la paz de la naturaleza. Sus habitantes rompen esquemas al rediseñar su felicidad, la cual depende, en gran parte, de su íntima relación con su entorno – siempre en armonía.

Después de tantos años de daño al ambiente, los 22 socios fundadores aprendieron que la clave para mantener esta zona privilegiada es la permacultura, que para ellos es un “sistema de diseño enfocado al uso sustentable de la tierra para lograr una vida sostenible”.

Vemos a los socios junto a sus familias, que han sido educadas para ser libres, para amar y cuidar la tierra en la que viven. Las nuevas generaciones aprenden a trabajar con los recursos que tienen a la mano, sin desaprovechar los avances tecnológicos; tienen acceso a Internet y hablan de lo que cualquier adolescente citadino podría platicar con sus amigos, además de saber sobre sistemas agrícolas, ingeniería, diseño ecológico y ambiental.

Los mayores saben que es posible que sus descendientes deseen salir de ahí, pero esa será su decisión, nadie se interpondrá. Después de todo, se les ha dicho que deben seguir sus sueños, no rendirse ni venderse.

Se suele pensar que el documental es sólo un acto de denuncia, que provocará enojo, pues la realidad siempre es más dura que la ficción, pero en este caso la comunidad está donde quiere estar. Si bien la directora los extraña, no está preocupada por ellos, pues sabe que tienen todo bajo control. El tiempo compartido y los fuertes lazos no son explícitos en pantalla, pero se siente la confianza y la intimidad en cada charla, ya sea entre amigos, pareja o padres e hijos.

 

No hay conflicto en la película que forma parte de Ambulante Gira de Documentales 2017, Mónica lo ha dicho. Sin embargo, no deja de ser interesante ser un espectador más y, al igual que la directora, maravillarse de un pequeño grupo de personas en un pequeño lugar que con pequeñas acciones nos demuestra que hay futuros posibles. No sólo en el tema medioambiental, sino también en el de nuestras relaciones humanas.

¡Kawaii! 4° Concurso Nacional de Cosplay

Hicimos un viaje de 20 años a través de la música de RIDE