El abuso detrás de un estadio
A meses del mundial, Qatar se está preparando para recibir a equipos de fútbol de todo el mundo. Sin embargo, el país ha sido criticado fuertemente debido a que sus condiciones de trabajo han violado una gran cantidad de derechos humanos. Esta situación no es única, de hecho, hay otros mundiales que han tenido incidentes que atentan contra los derechos humanos.
Brasil, país anfitrión del mundial 2014, recibió muchas críticas por el trato que le dio a sus trabajadores, principalmente a aquellos que se dedicaban a la construcción. Estos fueron reclutados, en su mayoría, de zonas de escasos recursos y se les ofreció un salario prometedor, sin embargo, nunca se les dijo qué tipo de tratos tendrían. Los trabajadores debían pagar sus propios transportes y, muchas veces, dormir en el piso de los sitios de trabajo. Pero las mayores críticas a Brasil llegaron cuando se registraron muertes en las obras.
Uno de los accidentes que más sobresalió, fue el fallecimiento de dos personas por el error de una grúa. Poco después de este incidente, se dio a conocer que la persona manejando la grúa llevaba 18 días seguidos trabajando, por lo que el público sugirió que una de las principales razones por las que sucedió el accidente fue porque el conductor estaba muy cansado.
En el siguiente mundial, Rusia 2018, también se registraron casos de abuso laboral. Según la ONG Human Rights Watch, al menos 17 personas fallecieron mientras trabajaban para los preparativos de este evento. Además de esto, se registró que muchas de estas personas estuvieron trabajando sin paga ni contratos adecuados por meses en temperaturas de incluso -30°C. A pesar de que los daños a las personas fueron mayores que en Brasil, no se le dio una gran importancia a estos abusos debido a que en esos momentos Qatar ya había comenzado sus construcciones y las condiciones bajo las que estaban esos trabajadores eran mucho más alarmantes.
El país organizador de la edición 2022 ha sido fuertemente cuestionado por organizaciones como Amnistía Internacional debido a los abusos que sus trabajadores han sufrido. Una de las razones por las que estos abusos se facilitan, es la existencia del Sistema Kafala, el cual afecta a los trabajadores inmigrantes, que conforman alrededor del 95% de la fuerza de trabajo de Qatar.
El sistema otorga a los empleadores la responsabilidad de la visa y estado legal de sus trabajadores; este tipo de poder, puede facilitar exponencialmente el abuso, pues muchas veces los trabajadores deben ceder ante las órdenes de sus jefes para poder regresar a sus países de origen o para permanecer en Qatar. Recientemente, se hicieron cambios a las legislaciones para derogar el sistema Kafala y proteger a los trabajadores, sin embargo, muchos de ellos estuvieron laborando bajo estas condiciones desde que comenzaron los preparativos para el mundial hace 10 años. Además de las condiciones dadas por este sistema, las personas que trabajan en las construcciones de los estadios, han llegado a sufrir otro tipo de abusos como cobro por contratación, meses sin paga y horas extra de trabajo bajo temperaturas extremadamente altas. Debido a estas condiciones, las selecciones de Alemania, Noruega, Dinamarca y Holanda protestaron durante los partidos de eliminatoria.
En una junta propuesta por las asociaciones de fútbol de Bélgica y Holanda, se habló del tema junto con la FIFA y Amnistía Internacional. Los países anfitriones, hablaron sobre el “Pacto de Amsterdam” que se propuso hace algunos años, en el cual se pedía que los derechos humanos fueran tomados en cuenta en las candidaturas de cualquier evento a nivel global, lo cual incluía al mundial. Esta propuesta primero fue negada, pero en 2018 fue aceptada por la FIFA, y fue tomada en cuenta para la decisión del mundial 2026.
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