Edición 72 de los Emmy: Un reflejo sociopolítico de la televisión que consumimos

Edición 72 de los Emmy: Un reflejo sociopolítico de la televisión que consumimos

Watchmen

Watchmen

La televisión no es sólo un dispositivo que compramos para colocar en un rincón de nuestras casas y contemplar en nuestros ratos libres. También es un medio para narrar historias que inspiran, conmueven, divierten, educan y nos hacen reflexionar. 

Cuando Syd Cassyd (1908-2000) fundó en 1946 la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión, lo hizo consciente de la magnitud del poder y virtudes que tiene esta vía de comunicación y entretenimiento. “Veía a la televisión como un medio de educación”, recuerda su hija, Donna Cassyd. 

Los premios Emmy son una celebración anual donde la crème de la crème del gremio televisivo se reúne para lucir ostentosos diseños en la alfombra roja, beber champagne, reírse de los chistes del anfitrión en turno, y por supuesto, llevarse a casa la estatuilla dorada con forma de una mujer alada sosteniendo un átomo, posicionándose así como los vencedores de entre una de las más selectas élites. 

Este huracán llamado 2020 ha traído consigo muchos cambios en cuestiones de salud, economía, sociedad, cultura y política. Dichos cambios han implicado la implementación de nuevas estrategias, tanto de seguridad pública como en la representación de narrativas que hasta hace poco habían pasado desapercibidas por la lupa de los medios. 

Estas alteraciones llegaron hasta la Academia de artes y ciencias televisivas, obligándola a reestructurar la ceremonia que se llevará a cabo el domingo 20 de septiembre a las 8:00 PM. Los premios estaban planeados para festejarse en las instalaciones del Microsoft Theater en la ciudad de Los Ángeles, como cada año. Pero por primera ocasión en la historia de los premios la entrega se realizará de forma digital. Esto, desde luego, para no poner en riesgo la salud de los nominados y el equipo detrás de cámaras. 

El pasado 28 de julio, día en que fueron anunciadas las nominaciones, los organizadores de la septuagésima segunda edición de los Primetime Emmy enviaron una carta a sus invitados diciendo: “Como probablemente habrán supuesto, no asistirán al Microsoft Theater en Los Ángeles este 20 de septiembre. Estamos reuniendo un equipo de técnicos, productores y escritores de primer nivel para trabajar en estrecha colaboración con Jimmy Kimmel y contigo, para asegurarnos de que podamos filmarte a ti y tus seres queridos (o con cualquier otra persona con la que elijas estar) desde tu casa u otra ubicación de tu elección. Vamos a hacer que te veas fabuloso: estamos explorando la tecnología de punta para tener acceso a las mejores cámaras e iluminación y esperamos trabajar con usted para producir momentos únicos en pantalla.” 

Cabe mencionar que esta medida ya fue implementada para la cuadragésima séptima entrega de los premios Daytime Emmy, realizados el 26 de junio de este año. También hubo alteraciones para el código de vestimenta de la velada. La Academia de Artes y Ciencias de la Televisión le hizo saber a los asistentes que pueden vestirse de manera informal y/o ropa cómoda, si así lo desean, pero igual pueden optar por vestirse formal. 

Laverne Cox en la alfombra roja de 2019, portando un diseño de Christian Siriano

Laverne Cox en la alfombra roja de 2019, portando un diseño de Christian Siriano

Pero, ¿qué implica para la industria de la moda esta nueva implementación? Algunas alfombras rojas son más populares que otras, pero todas desembocan en galerías web, comentarios en redes sociales, listas de mejores y peores vestidos, etc. Resulta fácil conjeturar que todo esto irá a la baja, pues la ausencia de un desfile de celebridades por la alfombra implica la pérdida de una lucrativa plataforma publicitaria, lo cual, dejará a diseñadores de renombre fuera de la jugada este año

Esto, evidentemente, representa un retroceso para las ganancias de las maisons de vestimenta de lujo, o igual puede significar una oportunidad para crear un nuevo modelo de negocios que resulte fructífero tanto para las firmas de alta costura como para las celebridades y sus respectivos estilistas.

La nueva modalidad no aplica para el anfitrión de la gran noche, Jimmy Kimmel, quien conducirá el evento desde el estadio Staples Center, lo que significa un nuevo reto en la carrera del presentador “Al ser comediante, no escuchar risas es difícil, pues son el instrumento de medición para saber si estoy divirtiendo a la audiencia”, expresó la personalidad de televisión, quien es su tercera vez conduciendo dicha premiación. 

Jimmy Kimmel

Jimmy Kimmel

Otra cosa que hay que tomar en cuenta de los premios Emmy de este año es el contexto en el que se están llevando a cabo. El 25 de mayo del año en curso, George Floyd, un hombre afroamericano, fue asfixiado hasta la muerte por un policía de Minneapolis. Sus últimas palabras, las cuales dieron vuelta por todo el mundo, fueron “I can’t breathe”. El trágico suceso se hizo viral en las redes sociales de todo el planeta, despertando la furia de grupos minoritarios cuyos derechos se ven constantemente privados por el estado hetero patriarcal y, también, dejó ver muchas capas oscuras de la sociedad que se creía habían quedado sosegadas. 

Situándonos en este marco, tanto la gente como los medios esperan que una organización encargada de premiar el contenido televisivo como lo es la Academia de artes y ciencias de la televisión, apueste por nominar actuaciones y producciones que le den visibilidad a gente negra, homosexual, transgénero, con discapacidad, y otros colectivos que llevan un largo historial de violencia cargando sobre sus hombros

Aunque sí se implementaron algunos cambios, entre los que se incluyen el aumento de series nominadas en las categorías de Mejor Serie Dramática y Mejor Serie de Comedia, esto con la finalidad de dar más lugar a diversidad que se encuentra tanto en frente como atrás de las cámaras, no lograron salvarse de la crítica y la controversia. 

Angelica Ross, Pose

Angelica Ross, Pose

El mayor reclamo de este año fue la casi nula representación de personas transgénero. Dicha polémica se suscitó después de anunciar la nominación de Billy Porter en la categoría de Mejor Actor en una serie dramática por su personaje de Pray Tell en Pose, programa que aborda la cultura de los balls en los años ochenta en Nueva York. La queja se enfoca en nominar a un actor cisgénero y excluir a sus coestrellas trans, como MJ Rodríguez, Dominique Jackson, Indya Moore y Angelica Ross. Esta última hizo un Instagram Live donde, entre lágrimas, expresó su indignación por la exclusión de artistas trans en los medios masivos de comunicación. 

Mis lágrimas no son por no conseguir un premio o una nominación. Estoy cansada porque no sólo trabajo frente a las cámaras, también trabajo para que nuestra sociedad valide las vidas trans y las vidas trans negras. Siento que ya no hay nada que podamos hacer”. A lo largo de sus 15 años de carrera, Ross ha colaborado con empresas que promueven la difusión del talento de personas transgénero, tales como TransTech Social Enterprises, una empresa de diseño sin fines de lucro. El año pasado, Angelica también fue embajadora de la celebración del 50 aniversario de Stonewall durante la celebración de Pride en Nueva York. 

Hunter Schafer

Hunter Schafer

Otro nombre que se puso sobre la mesa en medio de la polémica fue el de la actriz Hunter Schafer, chica trans cuya interpretación de Jules en la serie Euphoria también fue ignorada, al contrario de su compañera Zendaya, que compite en la categoría de Mejor Actriz en una serie dramática. 

Resulta imperioso darles una plataforma a artistas trangénero, pues es la representación prejuiciosa lo que les ha colocado en un espectro de violencia, como es el caso de México, segundo país de Latinoamérica con más transfemicidios (sólo por detrás de Brasil) y donde el promedio de vida es aproximadamente de 35 años. 

Mientras que en la mayoría de las categorías las candidaturas apuestan por propuestas narrativas que ya hemos visto presentes en años anteriores, en el rango de Mejor Miniserie se encuentra la esencia de nuestros tiempos caóticos. 

Cate Blanchett como Phyllis Schlafly

Cate Blanchett como Phyllis Schlafly

Por un lado, tenemos a Mrs. America, en la que una vez más, Cate Blanchett retrata impecablemente a la antifeminista Phylis Schlafly, política y activista republicana que existió en la vida real y cuya carrera se caracterizó por sus declaraciones en contra de los derechos de las mujeres sobre su propio cuerpo, inequidad laboral y promover la sumisión de las amas de casa ante sus esposos. Es una historia que explica cómo incluso las mujeres pueden discordar cuando se trata de defender su propia libertad y cómo las figuras políticas llegan a distorsionar la visión del feminismo en una tesis opresora y basada en el miedo con el fin de favorecer sus propias ambiciones maquiavélicas. Si bien este drama histórico creado por Dahvi Waller le da más prioridad a contar las historias de antifeministas y feministas blancas como Gloria Steinem, Bella Abzug, Jill Ruckelshaus y Betty Friedman, también le da su tiempo en pantalla a representantes negras como Shirley Chisholm, primera mujer afroamericana en buscar la candidatura presidencial del partido demócrata. 

El discurso de Mrs. America resuena en el ambiente sociopolítico mexicano, pues el 9 de marzo se organizó un paro a nivel nacional que consistió en que las mujeres debían faltar a sus actividades cotidianas con el fin de exigir un alto a los feminicidios, equidad laboral, la digna representación y respeto por parte de los mandatarios políticos. 

Unorthodox

Unorthodox

En el terreno religioso tenemos a Unorthodox, miniserie de Netflix basada en la biografía de Deborah Feldman y que ahonda en el impacto traumático que el judaísmo ortodoxo tuvo en ella. Teniendo como protagonista a la actriz israelí Shira Haas como Esther “Esty” Shapiro, Unorthodox nos da el punto de vista de una chica cuyos intereses y ambiciones se ven apagados no sólo por su religión, sino también por su propia familia, motivo por el cual huye a Berlín. Estando una vez en la capital alemana, Esty tiene que hacer frente a un nuevo entorno cultural y a personas con un panorama de la vida muy diferente al que ella estaba acostumbrada en su casa en Brooklyn. Es una serie que aborda las complejidades y matices del trauma y de la fe. 

Unbelievable

Unbelievable

Otra propuesta transgresora de Netflix es Unbelievable, la historia sobre una investigación de violación basada en el reportaje ganador del premio Pulitzer llamado An Unbelievable Story of Rape por Christian Miller y Ken Armstrong. Es una denuncia de cómo las fuerzas policiales parecen enfocarse más en encontrar inconsistencias en las declaraciones de las víctimas que concentrarse en las evidencias contundentes. 

Watchmen

Watchmen

Y la favorita para posicionarse como la ganadora: Watchmen. Producción de HBO basada en la novela gráfica del mismo nombre por Alan Moore y Dave Gibbons. Este relato que nos sitúa en un universo alterno pareciera ser más un espejo del mundo real. Los temas que aborda la serie protagonizada por Regina King son complejos, pues habla de la duración indefinida de la guerra y la eterna opresión de las minorías con fines de favorecer ideologías políticas, además de la normalización de la tortura e injusticia. La valoración de Watchmen es indicar que el pasado es sólo un pretérito, porque siempre se hace presente , en especial cuando se trata de indignación social. Esta serie es además, la producción más nominada de este año, compitiendo en un total de 26 categorías. 

Resulta casi obstinado deducir que la televisión, además de informar y entretener, expresa ideas y opiniones. Con base en las nominaciones de este año, se puede hacer un pronóstico sobre la postura de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión en dichos temas. Aunque si bien, sí muestra un interés por promover la reflexión entre los televidentes estadounidenses (y del resto del mundo), también se ha podido testificar denuncias de exclusión hacia comunidades y movimientos que se ven embestidos de manera constante (como cierta escritora británica que parece desconocer la diferencia entre libertad de expresión y atentar contra la dignidad humana). La televisión es y seguirá siendo un mecanismo de crítica para analizar las relaciones de poder entre las personas y su entorno, desde la inferioridad racial y cultural. Sin duda estos Emmys tienen el potencial de tener un entendimiento distinto al resto de ediciones pasadas gracias al contexto histórico que estamos viviendo. 

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