Son las 8:25 pm. Todo está oscuro. Después de unos minutos, una luz tenue de color azul ilumina el escenario. La música comienza a escucharse. ¿Quién está ahí? Aunque es imposible reconocerlo salvo por dos luces que parecen ser sus ojos, sabemos que es Stefan Kozalla arriba en el escenario. Poco a poco el público comienza a soltarse. Baila. Se deja llevar. Los sonidos nos transportan, ¿a dónde? A muchos lados, pero en especial a Berlín.

Cerramos los ojos y estamos en otro tiempo y en otro lugar. Tierra y época de libertad eterna, así es Berlín occidental en los años 80’s. El muro está a punto de caer y lo único que importan son las drogas, el sexo y sobretodo la música: hacer música de calidad. Eso lo sabe DJ Koze, quien aunque vive en Hamburgo tiene un estilo que –para mí– resulta muy berlinés (aunque suene repetitivo) y aún así logra destacarse porque mezcla diferentes géneros (minimal, house, hip hop y techno, géneros que además domina). De esta manera compone sus mejores creaciones que nos absorben y deslumbran.

En alguna ocasión, la página de Indie Rocks describió a DJ Koze como un DJ cuyos beats juegan con el tiempo. Lo hacen contraerse, expandirse o fragmentarse creando un espacio atemporal. Paradójicamente esto también es cierto. Quizá Berlín es atemporal. Quizá nosotros lo somos o quizá hay música que simplemente lo es.

De cualquier modo, el sábado en el Festival Ceremonia 2019, DJ Koze, nos invita a dejar a un lado la soledad para existir en la colectividad y, de pronto, nos hace sentimos infinitos.

No existe más que el aquí y el ahora, el éxtasis de la vida. Así de poderosa es su música, que además se apodera de todos y nos hace movernos. Así, el frío de la noche desaparece…