Disco del 2021 #5: 'Crawler' de IDLES
Artista: IDLES
Álbum: Crawler
Sello: Partisan Records
Desde que la música de IDLES llegó a mis oídos, sabía que había algo fuera de lo común. Aunque la crudeza y brutalidad de sonidos como el hardcore y el punk es lo que me llamó la atención de primera mano, poco a poco fui descubriendo que los provenientes de Bristol eran mucho más que eso. En palabras de Joe Talbot , frontman y compositor de la banda: “Nosotros como banda, como colectivo estamos interesados en cambiar las narrativas para un bien mayor hacia la gente”, bajo esta idea, Idles ha explorado una propuesta musical plagada de crítica social y una lucha constante por encontrar nuestro lugar en el mundo y ser felices.
A través de su más reciente material de estudio Crawler, se puede apreciar una faceta mucho más introspectiva de Joe Talbot, pues habla de uno de los capítulos más oscuros de su vida. De manera desordenada y ansiosa, Idles busca retratar un momento en el que la vida de Talbot era dominada por el abuso de sustancias. A pesar de ser un tema poco alentador, el mensaje de Idles no deja de ser positivo, pues Talbot ha compartido qué Crawler también trata de lo hermosa que puede ser la vida al identificar cómo es que la estás recuperando a través de una rehabilitación.
En proyectos como IDLES, muchas veces se presta atención principalmente a la ficha técnica de sus materiales de larga duración, cuando el foco de atención debería estar en el mensaje y todo lo que han llegado a transmitir. En el caso de la producción del Crawler se puede apuntar el trabajo del productor de hip hop Kenny Beats, quien ya había tenido una pequeña participación con la banda en el disco Ultra Mono que se estrenó el año pasado. En cuanto a la compañía discográfica, los británicos aplicaron la vieja confiable y completaron la trilogía bajo el sello independiente estadounidense Partisan Records.
El Crawler de Idles comienza con “MTT 420 RR”, un golpe de introspección a un ritmo muy lento marcado por sintetizadores. La razón de un título tan específico para este track proviene de un modelo de motocicleta, misma que iba por la carretera a 200 kilómetros por hora y se puso a quince centímetros del automóvil que conducía Joe Talbot, este hecho hizo reflexionar al frontman de Idles sobre cómo es que puede cambiar todo de un momento a otro, pues esos quince centímetros eran lo que separaba al motociclista de una muerte segura. Para los siguientes dos tracks “The Wheel” y “When the Lights Come On”, la temática de abuso de sustancias es abordada directamente, ya que la primera Joe Talbot habla sobre el alcoholismo de su madre, mientras que en la segunda aborda los momentos fríos que atravesaba al ser DJ de hip hop metido en las drogas y el alcohol.
Mientras que en “The Wheel” se escuchan unas guitarras más apegadas al estilo clásico de la banda por parte de Mark Bowen y Lee Kiernan, “When the Lights Come On” parece más bien un tema de post punk con mucha presencia de la línea de bajo de Adam Devonshire y la batería de Jon Beavis.”When the Lights Come On” es uno de los temas por los que este Crawler se ha ganado la etiqueta de post punk, aunque en realidad los sonidos pueden llegar a ser muy variados. Para la rola número 4 nos encontramos con uno de los pilares de este material. Se trata de Car Crash, un tema que está basado en uno de los puntos más oscuros dentro de la época de adicción por la que atravesó Talbot, algo claramente marcado por la narración de sensaciones causadas por un accidente automovilístico. Para la grabación de Car Crash se buscaba que el sonido fuera lo más violento posible, la batería de Beavis sonaba desde un disco de vinilo desgastado, mientras la voz de Talbot modifica su voz a partir de unas pedaleras. Sin duda una de mis favoritas, pues es algo muy diferente a los Idles nos tiene acostumbrados. Se puede ver la clara influencia de géneros como el hip-hop dentro de este track.
Antes de llegar a la mitad y punto cumbre del disco, nos encontramos con dos temas “The New Sensation” y “Stockholm Syndrome”, tanto en estilo como en tema, esto es lo que más se podría parecer a lo visto anteriormente por parte de la banda. Por ahí del minuto 30 comienza uno de los temas que pudimos conocer un poco antes, “The Beachland Ballroom” es un tema que podría pasar por balada. La guitarra de Mark Bowen acompaña un estilo vocal de Joe Talbot influido por el blues y el soul, algo que ya habíamos visto antes en la carrera de Idles con el cover del tema “Cry to Me” de Dirty Dancing. La razón por la que “The Beachland Ballroom” es considerada la canción más importante de este disco, pues habla de sentirse perdido y tener que vivir con eso, un sentimiento que remite a Talbot una vez más a su época más oscura y llena de sustancias ilícitas. Después del punto de quiebre con “Car Crash” y posterior a tocar fondo con “The Beachland Ballroom”, ahora viene la rehabilitación de la mano de “Meds” y un saxofón frenético que acompaña a la banda en esta ocasión.
“Kelechi” es uno de los dos tracks que duran treinta segundos dentro del Crawler, era un pequeño intro de “Progress” escrito por Mark Bowen que después se convertiría en un interludio un poco más largo. Ya hablando de “Progress”, esta canción trata del golpe de realidad que tiene que enfrentar todo dependiente de alguna sustancia, romper un ciclo autodestructivo para darnos cuenta de las consecuencias que tienen nuestras acciones. Llegamos a la parte conclusiva de este Crawler, donde Joe Talbot aprende a desprenderse de su dependencia para estar en paz. Sólo que antes de llegar a esa etapa, tenemos que pasar por una auténtica joya de treinta segundos ubicada en el track 12. En un ejercicio creativo espontáneo y provocado por estar viendo bandas de grindcore en internet, surge “Wizz” como un tema ultraviolento que en su letra deja ver viejos mensajes de texto que un vendedor de drogas enviaba a Joe Talbot. “King Snake” como antesala del final, nos muestra como Talbot ha aprendido a no echar el peso del mundo sobre sus hombros y asumir sus traumas, lo que nos lleva a “The End”. En este track final, Talbot, Bowen, Devonshire y Beavis, se dedican a recordarnos que a pesar de todo, la vida es hermosa, aun con los traumas, lo más importante es buscar lo que siempre ha promovido esta banda y amarnos a nosotros mismos.
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