Hablar de kraut es hablar de CAN y hablar de CAN es hablar de su batería, instrumento clave para comprender la idea musical que esta banda de Colonia tenía a finales de los sesenta e inicio de los setenta, principalmente.
El responsable de ese instrumento y ritmo fue Jaki Liebezeit, miembro fundador de CAN junto a Irmin Schmidt, Michael Karoli y Holger Czukay. El nacido en Dresden ha fallecido el 22 de enero del 2017 a causa de neumonía a los 78 años de edad, pero su legado musical es enorme.
Originalmente educado como baterista de jazz, Jaki Liebezeit fue uno de los responsables de crear la clásica base del ritmo del krautrock. Existían bandas como Neu!, Faust o el mismo Kraftwerk que tenían en común ritmos de batería monótonos y de larga duración, sin embargo lo que caracterizaba a CAN y diferenciaba de las demás bandas de kraut era la batería de Liebezeit, misma que sonaba a destiempo (pero a tiempo). La voz de Damo Suzuki y los instrumentos de los demás integrantes solían sobresalir, pero siempre arropados por el groovie e hipnotizante ritmo de Jaki Liebezeit.
Artistas como Stereolab, Melody’s Echo Chamber, The Horrors o Portishead cuentan en su sonido con ritmos de batería que tienen la influencia total de lo que Jaki Liebezeit ideó hace más de 40 años. Canciones como “Vitamin C”, “Mushroom” o “Halleluwah” son ejemplos en los que se puede escuchar la clásica batería de Liebezeit. Además de CAN y algunos trabajos solistas, también colaboró con Brian Eno en su disco Before and After Science (1977) y con Depeche Mode en su álbum Ultra (1997). Que en paz descanse uno de los bateristas más completos que se recuerden en la historia de la música y que las coles agrias continúen bailando al aderezado ritmo de la música de Can.