De traumas, amores y conexiones: discos de la semana
When We Stay Alive
Poliça
(Memphis Industries, 2020)
Esta banda estadounidense abre su álbum de una manera un tanto ambigua: un cierto sonido galáctico con tintes psicodélicos que armonizan a la perfección con la voz suave de Channy Leaneagh. El disco más que nada habla sobre el proceso de pasar por un trauma y de cómo reencontrarse con uno mismo, y qué mejor manera de hacerlo que a través de la música.
Be Up A Hello
Squarepusher
(Warp Records, 2020)
Para los fieles escuchas de Squarepusher y el IDM, este definitivamente es un disco que fascinará sus oídos, pues Tom Jenkinson decide dar una mirada al pasado y jugar con su equipo análogo para crear canciones alocadas y veloces como "Speedcrank" y "Nervelevers", no sólo provocando reminiscencias entre los amantes del dance music, sino también emoción por lo que trae este nuevo proyecto.
Have We Met
Destroyer
(Dead Oceans, 2020)
Dan Bejar y compañía nos dieron una probada de su nuevo álbum el pasado octubre con el lanzamiento del single “Crimson Tide”, tema que abre su nuevo esfuerzo Have We Met, trabajo en el que el artista compone su lírica de manera que remite a un lugar místico, extraño y cautivante.
Blossoms - Foolish Loving Spaces Label: Virgin EMI RecordsEl pop rock llega en este disco como una oda al amor. Las letras de la canciones reflejan distintas etapas y disfraces de dicho sentimiento: desde sus relieves hasta sus partes encandiladoras. La melodía alegre que rodea al álbum une fuerzas con la letra para enfatizar esa celebración de algo tan humano como estar enamorado.
Foolish Loving Spaces
Blossoms
(Virgin EMI Records)
El pop rock llega en este disco como una oda al amor. Las letras de la canciones reflejan distintas etapas y disfraces de dicho sentimiento: desde sus relieves hasta sus partes encandiladoras. La melodía alegre que rodea al álbum une fuerzas con la letra para enfatizar esa celebración de algo tan humano como estar enamorado.
Silver Tongue
TORRES
(Merge Records, 2020)
El cuarto disco de Mackenzie Scott parece ser un autorretrato fiel a ella misma y a la complejidad en las conexiones humanas. Los ritmos utilizados a través de suaves sintetizadores y la voz melancólica de la cantante intensifican el mensaje de las canciones, convirtiéndolo en un álbum sensorial y dramático.