De nostalgia al presente distópico: entrevista con NOIA rumbo al festival Marvin 2017

El aniversario 16 de la revista Marvin está cerca y, como ya se ha vuelto tradición desde hace 6 años, la celebración viene acompañada de la séptima edición de su festival. Con un suculento cartel —develado en su totalidad el pasado 11 de abril— con más de 60 bandas, shows de stand-up, cine, entre otras actividades. Uno de los actos musicales que llamó nuestra atención es el de NOIA, una española con una propuesta sui generis. Gisela Fulla-Silvestre nació en Barcelona —ahora radicada en Nueva York—; hija única de una familia muy peculiar: su padre fue miembro de un partido comunista que luchó contra la dictadura franquista y su madre pionera en el campo de la psicología infantil; ambos a favor de la democracia española, lo que inculcó a Gisela una ideología de respeto.

Entre novelas y poemas, y un sinfín de corrientes musicales —rumba, flamenco, tropical, música tradicional catalana, entre otros—, Noia logra conceptualizar su música alrededor de espectros metafóricos que van desde los procesos de encuentro con uno mismo, hasta la nostalgia del pasado y la constante búsqueda de contar lo que sucede en el presente. Uriel Waizel platicó con ella acerca de todas sus influencias y su genio para crear música; esto es lo que comentó para Ibero 90.9.

 

Uriel Waizel: Una coincidencia muy bonita es que leí en tu Bandcamp, que mencionas la influencia de Olaf Stapledon, y recuerdo haber leído el Hacedor de estrellas hace muchos años, ¿lo has leído?

NOIA: Si, de hecho lo puse simplemente porque la primera canción que se llama “Carl Sagan vs Zeus” está muy inspirada en la historia del Hacedor de estrellas, un poco de la misma manera que la novela empieza diciendo que “[...] al atardecer empecé a subir la colina  y me tumbe ahí a mirar [...]” antes de empezar el viaje astral al que se mete, es como una oda a la novela.

Uriel Waizel: Recuerdo de ese libro que una de las culturas que describe, es una cultura olfativa, donde no se guían ni por la vista ni por el oído; al contrario, dicen que las ondas de radio eran radio gustosas y que podían transmitir sabores amargos, o dulces y que las personas en vez de decir “tú eres muy guapa” dicen “tú eres gustosa” o “hueles muy bonito”.

N: Sí, lo recuerdo, es un libro muy bonito.

UW: Continuando con el tema de los autores, yo no he leído nunca a Byung-Chul Han, pero hablábamos en la oficina sobre el término del burnout que es “el trabajar hasta el cansancio”, —como los japoneses— y veo que los tópicos de los que trata Byung Chul es justo, entre otros, la hiperactividad de internet, algo que es muy de nuestra época y donde no sabemos ya ni que es el día y que es la noche, y es una saturación descomunal, ¿por qué lo citas o qué te gusta de él?

N: No es tanto que él sea una influencia, lo que pasa con Byung-Chul Han, como dices, habla mucho de todo esto, y tiene un ensayo que se llama La agonía de Eros, que me inspiró mucho para “Love Hack”, que trata un poco sobre el cansancio del ego y ese narcisismo que nos hace como estarnos observando a nosotros mismos todo el tiempo y llevarnos a ver el “¿hasta dónde podemos llegar a trabajar?” para poder demostrar algo a la sociedad; simplemente me gustaba la metáfora del ensayo, pero realmente no hace falta haber leído los libros para poder entender la música; chistoso que alguien me preguntaba si había que haberlo leído antes de escuchar mi música, pero no.

UW: Claro, no; pero son parte de un contexto. ¿Tu has visto esta serie Black Mirror?

N: Si. justo trata muchos estos temas, de la distopía.

UW: Trabajando en la estación, me di cuenta que estamos como parados en el vértice entre el pasado cada vez más acumulativo, a lo que yo le llamo “la nostalgia terca”: si Bob Dylan se gana el Nobel de Literatura y si se muere David Bowie; o sea hay respeto para todos ellos pero en ocasiones la nostalgia ya empieza a ser muy cansada y conforme vamos avanzando en el siglo XXI, ya en el año 17, me gusta mucho cuando las obras retratan “el momento”, lo que en alemán y esta palabra universal se conoce como el zeitgeist; me gusta mucho y creo que con honores te diría que también tu EP tiene ese saborcito del tiempo presente, de la nostalgia justamente.

N: Pues si, no se, gracias; no se si lo dices por la producción o por las temáticas, pero supongo que sí. Intenté centrarme bastante en el “ahora” y el “hoy”; obviamente todo mundo tiene influencias del pasado y todo eso, pero trato de centrarme un poco en lo que quiero decir ahora mismo.

UW: me gusta, por ejemplo, lo que está haciendo Oneohtrix Point Never, no se si lo has escuchado.

N: Sí, me encanta.

UW: Que justo habla de esta cosa simultánea donde, al mismo tiempo que un creador del siglo pasado estudiaba violín y se iba a un conservatorio y listo; y tocaba en el parque o en su habitación obscura, pero actualmente un creador como Oneohtrix Point Never, según el libro de Simon Reynolds que se llama Retromanía, dice que platica con Daniel Lopatin y menciona “es que mientras está viendo CNN en otra ventana tiene FB y en otra ventana tiene porno”, y tiene como todo al mismo tiempo y todo se cuela en la obra; me habla mucho de esta multiplicidad que se está colando en los artistas de tiempo presente, siendo que tú vives en Nueva York y tienes todo este background de cine, de toda tu familia, de todo lo que tu padre y madre han hecho; bueno, estamos un poco locos en el presente con tantos multiversos que, primero, asimilar y luego expresar.

N: Totalmente, cuando piensas en gente como Bach, gente como muy centrada en sólo un instrumento; nosotros en cambio nos hemos podido producir y hacernos sonar de manera, no sé, tenemos mil influencias y mil como armas para hacer lo que queremos, para ser como muy 360 grados de todo lo que queremos; a veces es bueno y a veces no tanto, pero sí que es verdad que tenemos como el mundo a nuestros pies.

UW: Es difícil porque creo que en el álbum puedes hacer este prototipo de este “super yo” musical, finalmente una máscara artística con todos los layers, todos los efectos pero cuando te toca presentarlo en vivo va a ser otro cuento. ¿Tienes ya un live act, algo contemplado para ello?

N: Sí, el set va evolucionando, pero básicamente soy yo sola con algunos sintetizadores, con mis juguetes y básicamente soy yo en directo; soy tan específica con los sonidos; con el background de sound design que tengo, siempre he creado los sonidos muy from scratch, entonces me cuesta mucho que alguien más toque mis sonidos; por eso acabó siendo yo sola en el escenario. Pero si intento, a mi me gusta mucho la música que escucho, me encanta el flamenco, me encanta el fado; me encanta cantar, entonces lo mezclo más en directo, hago pequeños interludios más a capella, para que no me sienta invadida por las máquinas y que el público pueda estar ahí conectado con lo que está pasando; aparte también liberarme un poco y no esconderme detrás de las máquinas, sino jugar.

UW: Y dentro de los géneros que citas, hablas de la rumba catalana y todas estas influencias, pero, ¿podrías decir que tienes algo de flamenco?; escribí un texto sobre Camarón de la Isla y me intrigó que Camarón fue revolucionario e iconoclasta, y que finalmente su ADN musical de ruptura sigue presente, y a ti te gusta, pero, ¿dirías que existe esta influencia también?

N: Me gusta mucho, la verdad que sí; con lo que estoy escribiendo ahora se puede notar más la influencia; si me inspira en el uso de melodías, quizá no es tan obvio pero con “Nostalgia Del Futuro” está ahí; me gusta mucho Estrella Morente, me gusta mucho Manolo Caracol y hay algo en la manera de construir melodías que se me pegan definitivamente, es útil.

https://www.youtube.com/watch?v=7SlNbuV1WIw

UW: Este personaje que se llama Niño de Elche me parece fascinante.

N: Claro, es brutal y hace poco en Sónar fue grande. Suena muy flamenco pero muy visionario, muy experimental.

UW: Y sus letras que hablan de convulsión social, hablan de basura, de internet, —¿en qué momento el flamenco podría hablar de internet?—. Cuéntame más de “Itaca Tropical”, ahora también veo que otro autor que citas, Cavafi, tiene una reinterpretación de Itaca.

N: Si, “Itaca Tropical” es una oda a ese poema y al concepto en el que acaba diciendo que cuando llegues a Itaca, si la encuentras pobre no te decepciones porque la búsqueda de Itaca te depara un viaje muy guapo y un poco el concepto de siempre estar buscando como un camino hacia algo y, cuando llegas a ese algo, se desvanece y estas buscando otra cosa, también es una canción sobre el vivir lejos de casa.

UW: Has estado muy viajera, ¿no?, ¿naciste en Barcelona?

N: Sí, nací en Barcelona y he vivido ahí toda mi vida; me fuI a Estados Unidos para pasar dos años y medio en Berklee College of Music y de ahí pues me quede, ahora vivo en Nueva York.

UW: En cuanto a lo tropical, comparto esta cuestión de ser urbano; vivimos en la Ciudad de México y siempre está esa fantasía de este lugar dónde fugarse, que es este paraíso, este oasis de trópico con plantas grandes, con flores y mucha naturaleza; parecería que es un nuevo anhelo que no existía, como postmoderno, donde primero existe el deseo y la fantasía de vivir rodeado de tecnología, de glamour y todos los avances, y ahora nos hacemos llamar por un nuevo primitivismo, ¿no?, como un nuevo ideal, el poder de estar más tiempo rodeado del mundo animal y vegetal. ¿Cómo te sientes tú estando allá?

N: Totalmente así; en general hay una nostalgia hacia el querer volver a alejarte de este presente un poco distópico donde estamos, super urbano, super steampunk.

U: Exacto, entre industrial digital y anárquico; pues podríamos seguir platicando de estos temas, esto es sólo pasear por la superficie de todos tus conceptos; ya llegarás a México y te recibiremos, nos vemos y gracias por tu tiempo.

N: Claro, ya pronto, muchas gracias a ti.

 

 

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