Cuando tus héroes son propiedad de Disney

"Todas las historias son iguales", "ya no se les ocurre nada nuevo" y "somos víctimas del contenido chatarra" son frases que un niño nunca diría. Hay una condición de poca experiencia que les permite sorprenderse con las películas y caricaturas que se les enseñen para después verlas una y otra vez. Son los personajes que aparecen en la pantalla los que encaminan las fantasías cuando se es pequeño, es por esto que uno se aferra tremendamente a las piezas clave que definieron su infancia. Cuando se trata de Star Wars, franquicia que fue adquirida por Disney cuando compró Lucasfilms, y Marvel, se está jugando con un tesoro preciado para un público enorme. Y es que el miedo a que se traicione la visión original de George Lucas o que se desperdicie el potencial de cada superhéroe en un intento de mantener un tono homogéneo en las película de Marvel para unificarlas eficazmente se encuentra latente para los fanáticos que contemplan los planes del ratón.

Recientemente se dio a conocer el título de la séptima entrega de Star Wars, que será "The Force Awakens". La película será dirigida por J.J. Abrams, director responsable de Super 8 (2011)  y las más recientes versiones de Star Trek (2009, 2013). Esta situación ha llevado a un debate sobre si vale la pena explorar el universo de Star Wars con estas nuevas secuelas, y sobre todo, ¿cómo puede realizarse una película de Star Wars sin que el señor George Lucas esté en la silla de director? Dentro del fandom existen dos grupos principales, aquellos amantes de la trilogía original, es decir, episodios IV a VI,  que repudian las más recientes películas, y el otro lado que se enamoró de la saga a partir de los episodios I a III.

Vale la pena resaltar que el episodio V, The Empire Strikes Back (1980), tiende a ser reconocida como la mejor película de la saga por el primer grupo, junto con la última, Return of the Jedi (1983), no fueron dirigidas por George Lucas. Esto tiene relación con la postura de los amantes de la saga original, que, sorprendentemente, tienden a estar más en favor de las secuelas por venir que de las precuelas; su argumento principal, mencionado en el documental, The People vs George Lucas (2010), es que parecía que en la más reciente trilogía, Lucas se había olvidado de la esencia de la saga, una que no gira en torno a problemas políticos sofisticados, abrumadores efectos especiales o adolescentes con problemas de mal temperamento. La posición a favor de las nuevas películas recae en que la generación trabajando en el proyecto es la misma que creció con la saga original y que serán más capaces de serle fieles al espíritu original.

https://www.youtube.com/watch?v=sYdmWsKX_Eo

Asumir que este nuevo trabajo realizándose en Disney nos dará un glorioso regreso a una galaxia muy muy lejana puede ser cierto, pero esto no implica que a largo plazo, como cualquier franquicia con potencial, será exprimida hasta que las audiencias se saturen de ella. Con varios spin-offs en camino, que se estrenarán en el año que queda entre los estrenos de los episodios VII, VIII y IX, Disney parece querer elevar estas películas a las mismas proporciones de Marvel, universo que ha sido criticado por funcionar más como una serie de televisión que como películas que resaltan por su calidad individual. Y hasta cierto punto, esto es cierto, la necesidad de conectividad ha tenido que dejar a un lado ideas prometedoras como la participación del director Edgar Wright (Shawn of the Dead, 2004, Scott Pilgrim vs the World, 2010) en Ant-Man o una aquella versión más sanguinaria de Daredevil que el director Joe Carnahan (The Grey, 2011) le había planteado a 20th Century Fox cuando esta aun tenía los derechos del personaje. Carnahan elaboró un fake trailer para dar a entender el tono que tenía pensado para la cinta, ahora será cuestion de ver que tanto del personaje y su oscuridad será explorado en la nueva serie de Netflix.

https://www.youtube.com/watch?v=eLfXo_gSd3I

Pero por otro lado, siempre ha sido la fantasía de los fans poder ver en pantalla a sus héroes unidos, la idea de un proyecto tan grande y a largo plazo no parecía concebible porque era una dinámica de producción completamente diferente. Entonces, quizás no veamos a Ghost Rider ahorcando a un violador, a The Punisher destripando a un gangster o a Tony Stark admitiendo que es un alcohólico, pero la idea de una monotonía no suena como algo que pueda durar mucho, y observando el modelo de Harry Potter, que en sus secuelas adquirió un tono más oscuro sin llegar a la clasificación "C", la flexibilidad parece posible dentro del Marvel Cinematic Universe. Uno como fanático siempre estará al pendiente de lo que se hace con sus ídolos, siempre con la esperanza de que se respeten lo mejor posible, y la ventaja de esto es que, en caso de que Disney traicione a los fans, uno puede siempre regresar a aquel primer encuentro que tuvo con Luke Skywalker o Hulk, que, independientemente de que sea la fórmula que la industria repite constantemente, nunca habrá algo en el presente que pueda reemplazar lo que eran las joyas personales del pasado.

#TagCDMX: Darren Aronofsky - Storytelling, mitos y rituales

Morcheeba: Trip-hop digerible