Una sirena en un mar de escepticismo: 'Virgins'. Cobertura 18 FICJM
En Kiryat Yam, un pueblo en la costa de Israel, nos situamos para conocer Virgins una de las películas que este año el Festival Internacional de Cine Judío en México tiene en su programación. La cinta –estrenada en 2018– sigue a Lana, una adolescente que añora salir de su hogar y escapar a Tel Aviv donde está segura que encontrará una aventura. No esperaría que, a los pocos días de uno de sus intentos fallidos por irse en moto, en su pueblo las cosas cambiarían.
Con la llegada de un periodista externo, empieza a correr el rumor de que hay una sirena en la costa del lugar. Para Lana es una historia más, un invento con una narración que distrae a los habitantes del tedio de cada día. Conforme pasan los días la protagonista, a lado de su prima menor, se encuentra enganchada –aunque escéptica– en la historia; quizás la sirena es lo que necesitaba la adolescente para ver que, incluso en su hogar, hay espacio para la aventura y la diversión.
La dirección de Keren Ben Rafael explora la idea de la narración como una herramienta para crear comunidad. En la delgada línea entre realidad y ficción, hace unos años en Kirat Yam hubo un presunto avistamiento de una sirena que causó que el turismo al pueblo aumentara; incluso el alcalde ofreció una recompensa monetaria a quien pudiera probar la existencia de la criatura mítica. La mirada de la directora nos muestra los efectos de tal suceso en la población, el cambio de ánimo y las puertas a nuevas posibilidades. A lo largo del filme los personajes regresan a la playa, al mar.
El mar como un espacio de liberación donde las olas invitan a reflexionar y a parar por un momento.
Con o sin sirena, el malecón alberga restaurantes y sueños abandonados que, con un poco de ayuda, pueden prosperar.
La mezcla entre coming of age, drama y comedia hacen que Virgins nos adentre en la cotidianeidad de Lana, las personas con las que cruza caminos y regresemos a todo lo que sentíamos a los 17 años.