10 claves para entender Sharjah, el emirato cultural
Los Emiratos Árabes Unidos tienen 47 años de haberse fundado. Es una nación muy joven que desde sus inicios ha procurado constituirse como un país tolerante, económicamente potente y culturalmente competitivo. Una de sus políticas públicas es la felicidad, razón por la cual tienen una ministra de la felicidad misma que busca el bienestar de todos sus habitantes a través de programas de integración y respeto mutuo.
Emiratos Árabes Unidos es una federación de siete emiratos: Abu Dhabi, Dubái, Sarja, Ajmán, Ras al-Jaima, Umm al-Caiwain y Fuyaira, con un sistema jurídico basado en la constitución de 1971. El 70% de la población está constituida por extranjeros y tan sólo el 30% de sus habitantes son nativos. La migración India, filipina y pakistaní son altamente dominantes.
En Sharjah está prohibido el alcohol, incluso en los lugares turísticos no es posible conseguir ni una cerveza. Una de la bebidas típicas es el café árabe, Qahwa, con un toque de cardamomo y canela: ¡delicioso!
Tanto hombres como mujeres portan con orgullo el traje nacional, las mujeres utilizan el velo por tradición; tienen la opción de no usarlo, pero en realidad les gusta y lo disfrutan, además es muy funcional dadas las altas temperaturas. Los hombres llevan la Candura, túnica blanca hasta los pies.
El llamado a la oración, azan, se hace cinco veces al día, desde la gran mezquita del Jeque Sheikh Zayed, esa misma voz se escucha por toda la ciudad en bocinas ocultas con un alto volumen. Esta impresionante mezquita se ha convertido en el epicentro del emirato, cuenta con 165,000 metros cuadrados de recubrimiento de mármol sivec de Macedonia, característico por su blancura, la mezcla de los estilos árabe, mongol y otomano, la perfecta simetría en todos y cada uno de sus elementos (por más grandes o pequeños que resulten) y por sus 82 cúpulas de diferentes tamaños. Constituye una de las obras arquitectónicas contemporáneas por excelencia. La mezquita fue construida de 1996 a 2007 y estar ahí —sin importar la religión que se practique— hace que la espiritualidad florezca. Para entrar debes estar tapado de pies a cabeza.
El año pasado Sharjah fue nombrada capital mundial del libro, razón por la cual en 2020 tendrá presencia prácticamente en todas las ferias internacionales, expandiendo así el mercado árabe. En 2020 será el país invitado en la Feria Internacional del libro en Guadalajara (FIL).
Su apuesta por la cultura es muy grande; tan solo Sharjah cuenta con más de 100 editoriales, mismas que el gobierno apoya en su totalidad. El 90% de las historias son originales y 10% restante va para agencias de traducción y diseño colaborativo. Los libros tienen un impuesto muy bajo, lo cual permite que el crecimiento sea a pasos agigantados y se espera que en los próximos diez años sean una potencia literaria.
La Sharjah Art Foundation es otro de los grandes eslabones en la cadena cultural local. La fundación tiene repartida su colección en tres edificios, divididas en exposiciones temporales, proyectos especiales y un edificio que alberga una de las instalaciones más famosas del mundo “Rain Room”, la cual es una pieza única de arte inmerso, donde los visitantes vivirán la experiencia de estar bajo un aguacero sin mojarse y reflexionar acerca de la inmensidad del agua en un espacio contenido. La fundación ofrece un programa de becas y residencias nacionales e internacionales para artistas.
9. En Sharjah hace mucho calor, la media es de 38 grados, las playas son de arena blanca y el tono del agua es azul muy claro; esto contrasta fuertemente con la mutación del paisaje urbano, con gigantescas grúas una junto a otra trabajando día y noche para, en pocos meses, afianzar edificios de cien pisos, diseñados por renombrados arquitectos.
10. La hospitalidad es sobrehumana, si creías que en México tenemos buen servicio aquí nos dicen “quítate que ahí te voy”.
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