¿Te imaginas llegar a la casilla electoral y que te digan que ya votaste?, ¿qué sería lo primero que se te viene a la cabeza? ¿alguien usurpó tu identidad, hay un delito electoral o fue simplemente un error humano? Claudia Álvarez vivió esto en las elecciones de 2017. Fue a votar a la una de la tarde en una de las urnas de Saltillo, Coahuila. Entregó su credencial al presidente de casilla y mientras estaba pasando por el proceso de revisión en las listas nominales, escuchó entre susurros y voces de una funcionaria de casilla que ella ya había votado: “me dijeron que yo estoy marcada como si hubiera ido a votar más temprano”.
En tres de los libros, de los cuatros que hay para verificar, Claudia estaba tachada como si hubiera votado. Pero en su pulgar no había ninguna seña de tinta como las que marcan. Al final le dejaron votar por la ausencia de esa marca.
A ella le causa extrañeza que en el momento en el que pasó esto, las personas encargadas de la casilla no hicieron nada para darle seguimiento a lo que sucedió, según relata ella. Hasta el momento, todavía tiene el sentimiento de duda alrededor de qué fue lo que sucedió, no está segura si su voto está multiplicado, o si hubo un error humano en tres libros distintos, aunque las posibilidades de este último son muy pocas.
Claudia no se quedó con las dudas y dio seguimiento a su caso. Fue a la Fiscalía Especializada de Delitos Electorales, FEPADE, para dejar registro sobre esta extraña situación.
Considerando que el proceso de denuncia en nuestro país no es tan popular, nos acercamos a ella para conocer su experiencia: “Ya una vez que me pude comunicar con la FEPADE por teléfono, las personas me dieron muy buena atención y me dieron el número de folio que corresponde al 003203”.
Para la salud de nuestra democracia, el registro de las denuncias es un indicador que muestra la calidad de los comicios electorales. Si fuiste testigo de un delito electoral no dudes en comunicarte a los teléfonos de la FEPADE.