Se dice que cuando morimos, vemos nuestra vida pasar frente a nosotros. Nadie sabe esto con certeza, pero si fuera cierto, es evidente que la visión de cada persona dependería de sus experiencias y de la forma en la que mide su realidad. Algunos cuentan su historia a partir de hitos: bodas, graduaciones, el nacimiento de sus hijos, divorcios, etc. Otros miden su existencia a través de sucesos relevantes: presidentes, asesinatos, el primer hombre en llegar a la luna... en fin, cada quien tiene una forma diferente de ver la vida y contar su historia.
Si Sufjan Stevens narrara su biografía a través de sus discos, sería como un gato: con siete vidas completamente diferentes. Cada álbum cuenta una historia distinta, pero es hasta ahora que realmente da a conocer la más personal. Por primera vez en años, Stevens deja atrás las canciones de más de 10 minutos, los multiinstrumentos y demás parafernalia, para aferrarse al concepto de que menos es más. Carrie & Lowell elimina la falsa promesa de contar la historia a partir de las 50 naciones de Estados Unidos, a partir de personajes trascendentes o a partir de creencias religiosas, como en sus discos pasados. Esta vez, el músico regresa a sus raíces indie-folk y simplemente utiliza su guitarra acústica y su delicada voz para decirnos quién es en realidad Sufjan Stevens.
Inspirado en su problemática relación con su familia, Carrie & Lowell es una especie de diario que narra la vida del músico a través de 11 oscuras y nostálgicas canciones, dedicadas a su difunta madre Carrie y a su padrastro Lowell Brams –quienes protagonizan la portada del disco–. En este material, Sufjan vuelve a ser un niño y se sitúa en en la casa en donde creció, en la tienda de vídeos en donde lo abandonó su madre, en hospitales y en todos esos escenarios traumáticos que había tardado tanto tiempo en revisitar.
Pero lo verdaderamente grandioso de Carrie & Lowell es que a través de la simpleza y la honestidad de cada canción, narra no sólo la vida de Sufjan Stevens, sino la de todos nosotros. Las letras profundas, las melodías melancólicas y la voz transparente del cantante remontan recuerdos, sentimientos de nostalgia y regresión a situaciones que todos hemos vivido alguna vez. Con temas como la familia, la muerte, la pérdida y la búsqueda por el amor verdadero, escuchar este disco es como sentarse a ver un álbum de fotos viejas que emiten todo tipo de sentimientos. Stevens logra algo casi imposible: con cada canción genera una empatía que, al escuchar el álbum, hace sentir al escucha que no está solo.
Carrie & Lowell es un momento de silencio en una realidad caótica. Es regresar a esos eventos traumáticos que todos reprimimos, pero que finalmente forman parte de quienes somos. Es sentarse a escuchar los problemas de un amigo y proyectarlos en uno mismo. Es olvidar por un momento todo lo que sucede allá fuera y hacer una introspección a la existencia propia. Es una vida narrada en 40 minutos, con una guitarra acústica y una voz cortada. Carrie & Lowell es eso que probablemente verá Sufjan Stevens pasar frente a sus ojos cuando muera.
El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com