(Third Man/XL Recordings, 2012)
Muchos corazones se rompieron cuando The White Stripes anunció su separación en 2011. Y aunque Jack White ya tenía otros dos proyectos que atender (The Raconteurs y The Dead Weather), también estaba trabajando en la creación de un álbum para que saliera bajo su nombre. Aunque en sus demás proyectos él destacaba, compartía el spotlight con otros personajes. En esta ocasión, el centro de atención le pertenece sólo a Jack White.
El sonido de este álbum contrasta entre canciones que todavía suenan a The White Stripes, con otras que suenan a un auténtico y exquisito blues del sur de Estados Unidos. Y este contraste es claro con los dos primeros sencillos estrenados previo al lanzamiento del álbum. “Sixteen Saltines” dio la impresión de que el disco sonaría más a las canciones que tocaba con su ex esposa Meg White en The White Stripes: de instrumentación minimalista, revoltosas y caóticas. Pero fue con “Love Interruption” que se vio reflejado el verdadero sentimiento de Blunderbuss. Este tema, delicado en sonido pero retorcido en letra, es una de las que más destacan del álbum. Además, en este tema las vocales de Jack White son acompañadas por la cantante de asendencia ghanesa Ruby Amanfu, que aporta esa dulzura y el toque del sur de Estados Unidos al sonido.
El tema principal del que hablan las canciones de Blunderbuss es de relaciones que se caen a pedazos, y de las varias etapas que uno atraviesa cuando esto ocurre. En “Trash Tongue Talker”, Jack saca lo más trashy que un hombre puede ser al pelearse con su novia: un hombre blanco, sureño, borracho gritando e insultando desde su trailer a su novia, mientras ésta se aleja mostrándole el dedo medio. En varias canciones habla de cuánto sufrió al haber pasado por alguna ruptura. “I Guess I Should Go to Sleep”, otro de los temas destacados del álbum, es la etapa de aceptación del rompimiento. Quizá no sea coincidencia que el tema central de Blunderbuss sea ése, pues la separación de Meg, tanto profesionalmente con The White Stripes, como en matrimonio, han sido eventos que han marcado su carrera y su vida.
Después de tantas emociones negativas, la canción “I’m Shakin’” es un break de lo pesado para irse más a lo alegre y esperanzado, tanto en sonido como en letra. Es la etapa en la que finalmente, alguien más logra hacerlo sentirse débil de las rodillas y balbucear cuando le hablan al oído (¿probablemente su segunda esposa y modelo Karen Elson?): “When you touch my hand and talk sweet talk/I got a knockin’ in my dizzard, a wobblin’ in my walk/And I’m tremblin’/That’s right, you got me shakin’”. El tempo es más rápido, y un coro de gospel y escalas de rock and roll acompañan a White, para hacer de este tema uno alivianado y ameno.
La canción que cierra el álbum, “Take Me With You When You Go” es como el curtain call de una gran obra de teatro, en la que después de distintos cambios de humor y una montaña rusa de emociones, la compañía aparece en el escenario para terminar en una nota alegre que deja un buen sabor de boca. Blunderbuss es un momento en la larga e intensa carrera de Jack White, que marca el inicio de una nueva etapa en su vida; en ésta, el centro de atención le pertenecerá sólo a él, y además lo llevará a muchos más proyectos, ya sea él solo, con otras bandas, o como productor (de hecho, ya tiene un contrato con Disney para componer la banda sonora de una película protagonizada por Johnny Depp). La contradicción/armonía entre el rompimiento y la búsqueda de un nuevo camino, la dulzura y la perdición, consolidadan a Blunderbuss como un disco muy dinámico y honesto. El garage y el blues se juntan, encaminados por todas las influencias que ha tenido (una de las más fuertes siendo Bob Dylan), para cargar con la verdadera esencia de la persona tan talentosa que es Jack White.