Para entender la importancia de la participación de una compañía de danza como el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández en el Festival Internacional Cervantino, es necesario conocer su historia...

Fue en el año de 1952 cuando la gran artista mexicana Amalia Hernández decidió formar su propia compañía de danza debido a su vocación como bailarina, maestra y coreógrafa, devenida de sus estudios en la Academia Mexicana de la Danza.

“Ballet Moderno de México” fue el nombre de la compañía que en aquel momento tenía algunas presentaciones en la Sala Chopin, con coreografías originales creadas por la misma Amalia, dentro de las que destaca su pieza “Sones antiguos de Michoacán”, misma que adquirió especial éxito y relevancia en la época.

Con la enmienda de presentar una pieza distinta para cada emisión del programa de televisión “Función de Gala”, proyecto de Telesistema Mexicano, Amalia se vio en la necesidad de crear una serie de nuevas y originales coreografías, 67 para ser exactos, lo que permitió engrosar sus filas, hasta contar con 20 bailarines.

El éxito obtenido durante este periodo, atrajo la atención del Departamento de Turismo de México, que encomendó a la compañía llevar un espectáculo a Cuba y Canadá teniendo participación en el Festival del Pacífico.

A partir de ese momento la compañía no paró, y fue solicitada para presentarse en los Juegos Panamericanos de Chicago, en Estado Unidos, obligando a incrementar a 50 sus elementos y adoptando, por primera vez, el nombre de Ballet Folklórico de México.

Pero no fue sino hasta el 11 de octubre de 1959 que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) programó cada domingo funciones del espectáculo en el Teatro del Palacio de Bellas Artes; desde entonces, la compañía se ha presentado en el recinto cultural más importante de nuestro país cada fin de semana.

Giras internacionales por los cinco continentes, más de 100 países recorridos, han logrado proyectar a este ballet como un embajador cultural de México en el mundo.

Habiendo dicho lo anterior es que se entiende la envergadura que tuvo la presentación del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández que abarrotó la Alhóndiga de Granaditas en el marco del Festival Internacional Cervantino 2021.

Es importante mencionar que desde los inicios del evento, el Ballet Folklórico de México ha formado parte de su programación oficial y que solo en 2020 estuvo ausente debido a la pandemia por COVID-19.

Una noche llena de colorido, música y serpentinas conmovió a más de uno y arrebató aplausos, poniendo de pie a todos los presentes en más de una ocasión.

Un hecho sin precedentes, incluso para quienes formaron parte de la programación oficial del festival de este año de forma presencial. Y es que durante toda su presentación, todos y cada uno de los músicos bailares y personal operativo que componen la compañía dancística utilizaron cubrebocas, hecho quizás poco relevante en esta época, pero que sin duda es de llamar la atención considerando el esfuerzo físico que tanto bailarines, bailarinas y músicos realizan sobre el escenario, siendo la única compañía (al menos de esta semana) que ha tenido este gesto.

Algunas de las suits que compusieron este año el evento son: “Matachines”, “Guerrero”, “Revolución”, “Fiesta en Tlacotalpan”, “Boda en la Huasteca”, “La Danza del Venado”, “Jalisco” y un homenaje especial a Cuba (país invitado de este año) con la interpretación de “Guantanamera”, pieza compuesta por José Fernández Díaz (Joseito) inspirada en los versos del poeta cubano José Martí.