Foto FIC El teatro es capaz de transmutar la realidad, hacer del pasado presente y de un teatro como el Teatro Principal de la ciudad de Guanajuato, la Asamblea Nacional de Francia, justo en la época cuando se fragua la Constitución Francesa y el modelo democrático del estado moderno.
Ca ire (1) Fon de Louis , espectáculo presentado por la Compañía Louis Brouillard en el Festival Cervantino es una ficción política. Todo ocurre en 1789, cuando el sistema monárquico entra en crisis, cuando las finanzas del estado francés se encuentran en bancarrota, cuando la insurgencia asalta las calles de París y se instaura un nuevo orden político.
“La Revolución inspiró la dinámica de los sucesos y ciertos personajes, pero no intento reconstruir 1789. Se trata de una marco que sirve para mostrar los conflictos humanos”.
Dice Joel Pommerat, creador del espectáculo y su director.
Desde la butaca, el espectador participa de las discusiones protagonizadas por los diputados elegidos en los Estados Generales, quienes formularán los elementos decisivos de la Constitución Francesa y de la construcción de lo que años después será la cultura de los derechos humanos.
Vivos e incendiarios discursos políticos, que recuerdan la actuación de personajes como Robespierre, Danton… aquellos personajes libertarios que se confrontaron a las buenas y conservadoras conciencias de la época.
El espectáculo transcurre a lo largo de cuatro horas, un verdadero maratón actoral que da cuentas de la disciplina y formación de los integrantes de la que es una de las principales compañías de teatro en Francia.
Si bien es cierto que los debates son acalorados, que nos asomamos a las indecisiones de Luis XVI frente a los hechos históricos que lo abruman, que compartimos las reuniones ciudadanas celebradas en los barrios de París, también lo es que todo transcurre de manera esquemática, en un solo plano teatral. Los personajes no viven procesos vitales y sus acciones en escena resultan sólo discursivas.
Ca ira (1) Fin de Louis, resulta un eficaz espejo de la historia donde reconocemos, con distintos matices y circunstancias, los hechos que acompañan las crisis de los sistemas políticos, donde también aparecen los elementos de lo nuevo, donde el futuro irrumpe con esperanza. En ello radica la vigencia y la fuerza artística dela propuesta teatral de la Compañía Joel Pommerat.