#Animación909: Scooby Doo y el escepticismo a lo paranormal

En tu cuarto las luces ya estaban apagadas. Al abrir los ojos podías observar a una figura junto a la ventana. Era una forma obscura que se movía ligeramente. Te sentías observado por la criatura y estabas aterrorizado. Tu mejor arma fue cubrirte completamente con la sábana y esperar a que te llevara el sueño, intentando ignorar al espectro. A la mañana siguiente descubriste que la figura era la silueta de un abrigo colgado que se movía por la brisa de la ventana. Todo había sido una ilusión y la luz del sol ya te protegía de cualquier noción sobrenatural. scooby1

Se acerca el 30 de abril, un buen momento para recordar con nostalgia los años en los que esconderse bajo la sábana protegía ante cualquier mal. Scooby Doo, ¿Dónde estás?, la clásica serie de Hanna-Barbera, fue una de las primeras caricaturas en abordar el tema paranormal. Es curioso cómo un programa que casi fue cancelado por asustar a los niños, ha durado tanto tiempo. Originalmente la serie fue transmitida de 1969 a 1976 y desde entonces se han reproducido muchas variaciones del concepto. En la década pasada, el Gran Danés asustadizo llegó a la pantalla grande, teniendo un éxito global 30 años después de su estreno.

El triunfo de la caricatura es comprensible: tiene comedia, misterio y escenarios siempre cambiantes. Ver el programa era viajar por el mundo con un grupo de adolescentes y un perro, resolviendo misterios y desenmascarando malhechores. Curiosamente, aunque uno de los temas principales sea la presencia de lo paranormal, el programa refuta continuamente la existencia de fantasmas, monstruos o cualquier otro aspecto fuera de la comprensión científica. Es extraño que esta fórmula funcionara en Estados Unidos, un país donde por mucho tiempo predominaron los creyentes. scooby2

Hoy en día, el 42% de estadounidenses cree en fantasmas. No obstante, hace 10 años, sí existía una mayoría creyente del 51%. Ni hablar de los años 70 cuando predominaba una certidumbre en cuanto a los espectros y el programa tenía ratings muy altos. Aunque hay uno que otro capítulo en el que se mantienen dudas acerca de criaturas misteriosas, ninguno de los miembros de la pandilla, excepto Shaggy y Scooby, verdaderamente cree en fantasmas.

En México, con el predominio del catolicismo la creencia en lo paranormal es mucho más popular. Los fantasmas son parte fundamental de nuestra cultura, se considera que viven entre nosotros y, por esta razón, se realizan rituales de respeto y se disfrutan historias de encuentros sobrenaturales.

Pocos cuestionan que cuando a alguien “se le sube el muerto”, un fantasma está haciendo de las suyas. En realidad, la parálisis de sueño es un fenómeno común que ocurre cuando uno se despierta mientras continúa en el ciclo REM (rapid eye movement sleep), aun experimentando sueños y manteniéndose inmovilizado. Alrededor del 40% de las personas lo han experimentado al menos una vez en la vida. La particularidad de la cultura latinoamericana es que, cuando ocurren cosas que uno no puede explicar, inmediatamente se busca una explicación paranormal. En muchos casos, una mayor indagación tendrá respuestas científicas.

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Por esta razón, en México predomina el miedo y el gusto por lo sobrenatural. Existan o no espectros a nuestro alrededor, es evidente que este tipo de miedos producen mucha adrenalina y buenas historias para contar a los amigos. En los noventa y a principios de los dos mil tuvimos programas como ¿Le temes a la oscuridad? y Escalofríos para darnos una buena dosis de terror e irnos a dormir al cuarto de nuestros papás. Scooby Doo representaba un contenido reconfortante que nos permitía burlarnos de los fantasmas y de los monstruos por un rato, todos hemos recibido un susto como los de Shaggy y Scooby para luego reirnos un rato de nosotros mismos.

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