Todos los ritmos y sentimientos en un álbum: 'A Day in a Yellow Beat' de Yellow Days
No cabe duda que el encierro nos ha llevado a creaciones bastante curiosas pero sobre todo a descubrir cualidades que desconocíamos en el movimiento de nuestras vidas diarias, Gorge van den Broek o mejor conocido como Yellow Days lo acaba de demostrar en su más reciente álbum A Day in a Yellow Beat, el cual está plagado de influencias retro, funk de antaño sin dejar a un lado sus lados más conocidos como el soul e indie. Comenzó desde muy temprana edad con sencillos en Soundcloud que llamaron la atención de grandes muy rápidamente, tomando como base rock bastante agradable y soul muy nostálgico.
A Day in a Yellow Beat es el tercer álbum y el primero que firma con Sony / RCA Recordings USA, y está repleto de canciones (23 en total) que toman tonalidades de arriba hacia abajo, tiene muchas inspiraciones funky de los años setenta y lo podemos escuchar con “Intro”, un tema con el que abre este material y que también tiene un implícito homenaje al R&B que denota completamente en “Lets be Good to Each Other” y en el cual manda un mensaje hacia la empatía mundial, así como lo hace a través de sus redes sociales. También hay temas bizarros, pero llenos de muestreos que ha tomado de entrevistas y programas vintage, incluso uno muy específico está plasmado en el tema “The Curse” donde se acompaña de Mac DeMarco, quien toma como final un comercial de sopa Campbells de los años ochenta.
Pasando al tema de las colaboraciones, A Day in a Yellow Beat muestra el apoyo y la sinergia de artistas como Nick Walters, Bishop Nehru, Mac DeMarco y Shirley Jones del trío Jones Girls, esta última lo acompaña en “Who 's There?” y “Open Your Eyes”, canciones que llevan un gran sonido funky en el que Yellow Days quiso enfatizar esta referencia e inspiraciones que ha plasmado en sus otros dos materiales.
Un álbum con altibajos, que van de frescura hasta invitaciones sonoras para remontarse en playa y sol o en clubes con disco ball de los setenta, permiten llevarnos en un viaje a través de los sentidos y rematando son el baile. Es un material bastante largo, pero llevadero (1 hr y 17 minutos) ya que aunque se ha mencionado por medios como Pitchfork, que podría parecer un álbum de malas versiones de Shuggie Otis, puede ser un salvavidas a las producciones de larga duración que juegan con diferentes tintes e incluso con diversos niveles emocionales de cada persona; este material nos regala energía, pero también momentos de reflexión y de soltura que se acompaña de homenajes y menciones bien ejecutadas que hacen un buen avance en la carrera del cantante y que posiblemente lo puedan llevar a más escenarios. No por nada fue fichado por el gran gigante de Sony.
Un álbum que te lleva a disfrutar, pero a relajarte, a bailar, pero a pensar... todo esto en solo un cambio de track y que sin duda necesita una buena combinación de ritmos, que por supuesto Yellow Days logró captar.