La democracia de Bukele, el presidente reelecto
Por: Mariana Lara
Nayib Bukele hizo historia en El Salvador: Aunque la constitución de 1983 lo prohíbe, el presidente de El Salvador se reeligió.
El presidente Nayib Bukele alcanzó un logro histórico al ganar las elecciones del pasado 4 de febrero con un 83.13 por ciento de los votos, según datos oficiales. Sin embargo, esta victoria no está exenta de controversias legales que rodean su acceso a un segundo periodo presidencial, desafiando las restricciones constitucionales.
La constitución de El Salvador, establecida en 1983, prohíbe la reelección inmediata de los presidentes. No obstante, en 2021, la Asamblea Legislativa, en su mayoría compuesta por miembros del partido de Bukele, junto con los jueces de la Sala Constitucional, tomaron la polémica decisión de permitir la reelección. Establecieron que el presidente en función podría buscar la reelección si renunciaba seis meses antes de iniciar el nuevo periodo, creando así una excepción que ha generado debates y críticas.
Esta medida abrió la puerta para la participación de Bukele en las elecciones de 2024, en las cuales celebró su victoria antes de que se dieran a conocer oficialmente los resultados. La controversia en torno a su reelección se fundamenta en dos aspectos principales. En primer lugar, Bukele se convirtió en el primer presidente en gobernar El Salvador por un segundo mandato consecutivo, desafiando las leyes constitucionales que prohíben dicha situación. En segundo lugar, la Asamblea Legislativa, por primera vez en la historia del país, estará 97% conformada por miembros del partido Nuevas Ideas, al cual pertenece Bukele. Una Asamblea Legislativa dominada por un solo partido puede tener diversas implicaciones para la toma de decisiones y la dinámica política en el país. Esto afecta la capacidad de la oposición para influir en la legislación y equilibrar el poder ejecutivo, afectando la pluralidad política en ese contexto.
Envuelto por una ola de simpatizantes vestidos con el color representativo de su partido, ondeando banderas y algunos incluso cargando a niños en sus hombros, el presidente resaltó el poder de la democracia y su reelección durante el discurso de celebración en Palacio Nacional, a pesar de haber desafiado abiertamente la constitución. Entre los gritos y el estruendo de las cornetas de sus seguidores, el presidente afirmó: “La oposición quedó pulverizada”.
La reelección de Bukele y la configuración única de la Asamblea Legislativa añaden capas adicionales de incertidumbre al rumbo político del país. Además, es notable que, por el momento, la oposición carece de fuerza significativa, ya que el partido en segundo lugar obtuvo tan solo 139,000 votos, subrayando la actual dominancia política de Bukele en El Salvador. Este escenario plantea interrogantes sobre la vitalidad del sistema democrático y la pluralidad política en la nación, aspectos que cobran relevancia al considerar el futuro político de El Salvador en los próximos años.
A pesar del sólido respaldo que ha mantenido Nayib Bukele desde su primera elección, su estrategia en la "guerra contra las pandillas" ha generado intensos debates sobre derechos humanos en El Salvador. Pues a pesar de haber reducido la violencia en el país, se le ha cuestionado por posibles abusos, como la tortura y la muerte de prisioneros, generando dudas sobre la salud democrática y el respeto a las instituciones en el país.