Extracto: la suerte de escuchar tres veces Siete con Wishy
La repetición del número siete tres veces para algunas personas representa fortuna. Si se desenvuelven de manera habitual en lugares de apuestas como los casinos, puede ser una señal de suerte.
Otras lo interpretan como el símbolo del templo, el cuerpo humano y sus siete chakras o centros de poder si hablamos desde la perspectiva de la filosofía práctica.
El 777 es considerado el número de la búsqueda constante y al mismo tiempo inalcanzable para la iluminación espiritual; pero para quienes encontramos en la música un motor para continuar en este mundo, desde el viernes 16 de agosto , Triple Seven es el material discográfico debut de la banda de Indianápolis Wishy.
Por supuesto que todos estos otros significados al tres veces siete están incrustados dentro de los diez temas que conforman el álbum. Kevin Krauter y Nina Pitchkites, las mentes compositoras, voces principales y guitarristas de la banda, hablan de la vida, del amor, de una búsqueda de esta iluminación espiritual que por momentos se ve distante y hasta por momentos quizás el mismo azar como justificación de los escenarios en los que Kevin y Nina se han visto envueltos a lo largo de sus vidas.
Los primeros sonidos en Sick Sweet, canción encargada de inaugurar este debut, es una combinación de cuerdas metálicas con unas de nylon que llamarían la atención de cualquier amante del shoegaze -alegre por extraño que pueda parecer-, esta combinación por lo que no podemos dejarle únicamente esa etiqueta a los Wishy, comenzamos a percibir elementos de garage, pop y en el momento en que la voz de Kevin entra el midwest-emo entra a la conversación.
Hay mucho reverb, pero la voz no está en segundo plano y ese rebote es mucho menos notorio que el del shoegaze al grado que lo quieres cantar con la cara levantada y no con la mirada hacia tus tenis en todo momento.
La sorpresa continua en el tema número dos del disco, en el que la etiqueta es mucho más dulce y nos lleva hacia el dream pop, la canción homónima al álbum es menos enérgica pero igual cantable solo que ahora la encargada de las voces es Nina, descubrimos que entonces para lo que viene más adelante podremos encontrarnos con narrativas no sólo diferentes, sino contrastantes entre sí al escuchar la energía de Kevin y la serenidad de Nina, cada uno con su momento protagónico y por momentos sumados como en “Persuasion”.
Las ideas base de las canciones que que poco a poco evolucionaron en el actual catálogo de Wishy surgieron mientras Kevin y Nina manejaban todas las mañanas hacia sus trabajos del día a día, mientras se inspiraban por sonidos de la escena hardcore, alt-rock y el midwest. Kevin es maestro de música y enseña tanto guitarra como batería, Nina por su parte es costurera de profesión, talento que también se ve reflejado en la vestimenta de la banda con bordados creados por ella.
“Game” es un tema que nos lleva de inmediato a los inicios de los dosmiles, unas guitarras distorsionadas que de inmediato ponen a trabajar el cuello y que se ven contrastadas por las voces suaves que aunque no pongamos atención a la letra sabemos que cargan un sufrimiento, quizás uno no demasiado fuerte, podría ser de alguien que está aburrido, que odia a la escuela o un amor no correspondido que en el momento puede sentirse como el fin del mundo pero no son más que una exageración de nuestra mente para tomarlos de inspiración y hacer buena música como la Wishy que termina siendo la solución a este aburrimiento, incomprensión, y el pretexto para cortarse las venas con galletas de animalitos.
Pero la exploración musical no se queda solamente en estos géneros para flecos largos, “Just Like Sunday reemplaza las percusiones de la batería tradicional por una base que podría estar rasgando el trap, un hi hat muy de computadora con un snare que podrían estar en cualquier canción de cualquier MC que hable de que es el jefe, que tiene mucho dinero y que lo quiere es echar fiesta. Claro que para nada la canción con todos sus elementos da alguna vibra de esto, es una balada pop por donde se le escuche.
Sabemos perfectamente que no es una fase sino un estilo de vida, pero uno que necesita siempre nutrirse de otros géneros y recursos musicales para que en pleno 2024 se sienta fresco y también pueda provocar nostalgia ¿De qué otra forma describimos el Emo-gaze? Triple Seven se suma a las guitarras que escriben un capítulo más en los discos que escriben la historia de este año en Ibero 90.9.