Agnès Varda no pudo describir de mejor forma lo que significa estar en el FICM. A través de un video que se proyectó minutos antes de su documental Faces Places (2017) en el Teatro Ocampo, citaba lo que su amigo, Carlos Reygadas, le había dicho sobre el festival “antes muerto que perderme Morelia”. Así, con el eco de la directora francesa, escribimos sobre el cuarto día en el Festival de Cine Internacional de Morelia que no sólo nos regaló enormes sorpresas, sino que, por el contrario, empezó a proyectar las obras de directores que esperábamos con ansias como Lanthimos y Kaurismaki. Parafraseando a un gran profesor: Suburbicon (2017) es una película original e interesante, desgraciadamente lo original no es interesante y lo interesante no es original. En ella, el director George Clooney explora el trillado tema de problemas en un suburbio idílico del país del norte en los ´50: cargado de machismo, mojigatería, amas de casa rubias horneando panqués y, por supuesto, estúpidos blancos racistas. Una pareja afroamericana se muda a Suburbicón, un lugar donde familias aspiran a una vida tranquila. Su llegada alborota el barrio y provoca una tensión que no decrece. Es la hipocresía que la sociedad americana intenta dejar en el pasado: bienvenido al land of the free, donde se puede hacer lo que quieras, menos “pervertir” al resto. En la casa de al frente, el matrimonio convencional formado por Gardner (Matt Damon) y Rose (Julianne Moore) se ve desenmascarado con un asalto a media noche.
La película es una crítica política torpe con pretensiones ambiciosas que no termina siendo más que un rato agradable: los hermanos Cohen se ponen con su típico humor negro en el guión, Matt Damon actúa bien pero predecible. Sí, es una sátira de los retrógrados acontecimientos recientes que se viven en EEUU, pero se debe hacer un esfuerzo mayor para lograr más que likes de millenials indignados.
https://www.youtube.com/watch?v=IYga2m0V2O0
El día siguió con Sinvivir (2017). El largometraje indaga la intimidad de tres personajes bien logrados que se ven forzados a una convivencia estrecha. El inicio es lento y quizás el dueño de casa Jairo (Pedro Hernández) también lo siente así: Juan (Antonio López), al que ya le está haciendo el paro en su casa, le pide que acoja a su primo Moi (Horacio García Rojas), quien se acaba de intentar suicidar y no habla.
La temática existencialista del primer largometraje de Anais Pareto expone con fuerza y humor lo que a veces se olvida: la familia se puede ir escogiendo en el camino, las pequeñas alegrías recuerdan por qué vale la pena vivir, el suicidio no avisa. Cuando a Pareto le preguntaron qué se sintió como mujer dirigir una tragicomedia sobre tres hombres en crisis, respondió sencillamente que es un tema al que no le habían dado muchas vueltas. Claro, al revés no se hubiera hecho esa pregunta.
https://www.youtube.com/watch?v=v4uRZg_opzU
Tenemos suerte que el FICM traiga absolutas joyas. Probablemente todos esperaban una película buena de Agnés Varda y JR (genial fotógrafo y artista urbano), pero pocos esperaban la avalancha emotiva que fue. Varda y JR simplemente salieron de sus casas y decidieron explorar la Francia rural. Rostros y Lugares es un compilado de retratos, personas, espacios y arte. JR, en su característico estilo, imprime las fotografías en forma de stencil y las pega en paredes u otras superficies, para demostrar una suerte de solidaridad y cohesión con el espacio. Varda, por su parte, le da conexión y gracia a sus sujetos como nos tiene acostumbrados. La combinación de estos titanes artísticos sólo podía resultar.
https://www.youtube.com/watch?v=YlQ104-3XYs
La última película de Yorgos Lanthimos fue todo lo que prometió ser. The Killing of a Sacred Deer (2017) hace que su cinta predecesora, The Lobster (2015), se convierta en una experiencia agradable. La película habla por sí misma, desde el primer cuadro todos los espectadores nos quedamos fríos y la sensación te acompaña durante la noche como un gran manojo de nervios. La película pretende arrojarte a un espiral de frenesí y descontrol que no disminuye ni un segundo. La música se materializa en pantalla como uno de los personajes capaces de crear una tensión cuyo ritmo solo incrementa. El impecable talento para crear un paisaje perturbador, intrigante y psicológicamente obscuro ha convertido de este film en una de las joyas de la selección del festival. Imprescindible.
https://www.youtube.com/watch?v=CQFdGfwChtw
Rumbo al final del día, un festín de bellísimas imágenes y alma portentosa se presentó ante nosotros: The Other Side of Hope de Aki Kaurismaki. El más reciente filme del reconocido director finlandés es una oda a los detalles, a los bellos colores saturados y a buenos corazones. Con el terrible trasfondo de la crisis de migración en Europa y la guerra civil en Siria, Kaurisamki entreteje una tierna historia donde las personas se ayudan entre sí de formas curiosas y enternecedoras. El humor, la tragedia y las buenas acciones se funden en un contexto más bien desolado; sin embargo, Kaurismaki entreteje un cuento de esperanza y determinación, donde el contexto no define al corazón de las personas, sino al revés.
https://www.youtube.com/watch?v=LhhVbbE9yHM
Por José Garrido, Felipe Larraín y Ricardo Marín.