El capítulo que sigue después de una gran introducción representa un reto enorme. El primer álbum de Arcade Fire, Funeral (Merge Records, 2017),es conocido por ser de los mejores álbumes, no solo del grupo, sino de todos los tiempos., llegando al número 2 de los Billboard Charts en el 07. Muchos grupos dependen del segundo material para saber si seguirán siendo relevantes como grupo musical; por fortuna, Neon Bible (Merge Records, 2017) logró hacer que sigamos hablando de Arcade Fire en pleno 2017. Este grupo siempre ha tratado de romper moldes. Desde tener aproximadamente 12 integrantes arriba de un escenario, hasta grabar ellos mismos sus producciones, esta vez no fue la excepción. Todo el disco fue grabado en la estructura de lo que solía ser una iglesia y este segundo material ayudó a asentar las bases de lo que sería el indie rock por los próximos 10 años, junto con The Shins y Modest Mouse, por ejemplo.

Sonidos oscuros, un montón de metáforas y un leve tinte de nostalgia conforman Neon Bible. A lo largo de 11 canciones muestran el rango que en realidad tienen, con canciones como “Black Mirror”, la cual le da un tono oscuro y melancólico; “Intervention”, con órganos y voz grave de Win Butler, cantante principal, momento en el que enseñan el corazón de la iglesia Arcade Fire, misma que cree en la música, en la justicia y en el progreso. “My Body Is A Cage”, una canción muy diferente a todo su repertorio, cierra el álbum con un tono misterioso, seductor y poderoso, todo al mismo tiempo.

Si bien Arcade Fire ha crecido y ha tomado un camino diferente a lo que algún día fueron con Neon Bible, este álbum contiene canciones que manifiestan la esencia de la banda, como lo es “No Cars Go”, el himno por excelencia de este material y que, 10 años después sigue siendo coreando en estadios alrededor de todo el mundo.

Canciones como esta muestran el verdadero talento que tienen, el desbordar emoción en una canción, en convertirla en un himno para todos los presentes que comparten el sentir con los músicos que la interpretan. Es como la oración final, en una misa dominical.

Este disco representó un crecimiento tanto de integrantes como musical: la adición de Jeremy Gara en batería y de Sarah Neufeld en los violines, asentó lo que sería el sonido Arcade Fire. Los 6 integrantes se convirtieron en un equipo más estrecho dándole así una evolución importante a la banda y convirtiendo los sonidos de estos nuevos integrantes en melodías nuevas e importantes.

Desde la estética se puede apreciar que este material es algo diferente. La portada fue nombrada por Rolling Stone como uno de los cinco mejores artes musicales del 2007. Y sin sorpresa, ya que resulta curioso ver la combinación entre imágenes religiosas, casi fanáticas, con la modernidad y extrañeza que brindan las luces de neón. El arte es una fotografía de una biblia de neón, la cual usaban en gira.

Y este material es todo eso: es una combinación que a primera instancia parece extraña, pero que resulta genial y excepcional. Neon Bible fue el escalón correcto en la historia de Arcade Fire, una anécdota necesaria para el crecimiento musical y técnico de los músicos y la prueba de que el segundo capítulo puede ser igual de bueno que el primero, o inclusive mejor.

A 10 años de distancia, estas letras siguen aferradas a la piel de todos los fanáticos de Arcade Fire, mismos que las cargan como poemas. Es verdad que este disco tiene un espacio muy especial en la historia, es un disco completo, con mucha esperanza y muchas verdades crudas, cínicas en ciertos puntos, pero que al mismo tiempo se rigen como estandartes: las creencias clave de este grupo alternativo y los manifiestos políticos en contra del consumismo, del fanatismo y de la desigualdad son temas claves que se llevan a flor de piel, como una religión, como la biblia de neón.